Listas electorales: ¿Lealtad o servilismo?

¿Se ha elegido a los mejores candidatos para ser concejales e integrar una lista electoral? ¿Se ha puesto sobre la mesa su capacidad, su experiencia, su voluntad, su entrega, la aportación que puedan hacer al Ayuntamiento? ¿O las listas una vez más responden en cierta medida a intereses personales, a lealtades mal entendidas en forma de servilismo, al reparto de ‘familias’ que tienen que tener su pedacito de la tarta? Nadie puede obviar que de alguna manera, todas y cada una de las listas responden a esta premisa. Han primado más los egos, las cuotas de poder interno de los partidos, el que nadie haga sombra al cabeza de lista, por encima de la capacidad, el entusiasmo o el conocimiento. ¿Se han olvidado estos nuevos dirigentes que las política y los políticos tienen que tener alma? Se le ha perdido el respeto al ciudadano.

El próximo 24 de mayo los vecinos tendrán que inclinarse no solo por un candidato a alcalde, sino por una lista de concejales que serán los encargados de coordinar y desarrollar el proyecto que se quiere plasmar para la ciudad. Porque en esta guerra electoral donde se trata de captar votos y se dirimen batallas intestinas dentro de los partidos, el ciudadano está cansado de propuestas vacías de contenido, de grandes titulares que al día siguiente por irrealizables o por demagógicos se quedan en el cajón a la espera de ser rescatados en la próxima campaña electoral. Falta una visión global de la ciudad, un proyecto conjunto, y las decenas de nombres que aparecen en las listas de los diferentes partidos no parecen el mejor aval para cambiar el rumbo de la ciudad. La lealtad a un sueldo no es la mejor garantía de un trabajo al servicio del vecino. Por el contrario, en el ánimo de los aspirantes debería estar mejorar la calidad de vida de los ciudadanos más allá del voto (que también es importante).
Se echa en falta capacidad y calidad en las listas. Sobran advenedizos y aduladores del Rey Sol que poco tienen que ofrecer a la ciudad más allá de una fidelidad mal entendida al líder. Falta experiencia, mensajes de esperanza para los que el 24 de mayo tendrán que acudir a las urnas. Falta un proyecto.

Con una situación social límite para muchos vecinos que silenciosamente se hunden en la exclusión social, con un paro en cifras escandalosas y un empleo cada vez más precario, con una inexistente política de participación ciudadana… ¿qué soluciones proponen los partidos? Hasta ahora ha sido el momento de las listas, de los nombres; ahora habrá que ver los programas, las respuestas de los partidos. Lo que hasta el momento, ha quedado en segundo plano y que sin embargo es la esencia de las elecciones. A nadie se le debe olvidar que el presupuesto municipal se nutre de los impuestos de los ciudadanos y que su uso debe ir dirigido al beneficio de todos, especialmente de los que peor lo están pasando.

Redacción Getafe Capital

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