La mitad de los universitarios no repetiría carrera ni universidad

Así lo recoge el BaróUniversidadmetro de empleabilidad y empleo de los universitarios en España, 2015, elaborado por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas, entre otras organizaciones. En él han participado más de 13.000 universitarios graduados en el curso 2009/2010 y pretende recoger su opinión de la entrada en el mundo laboral, coincidiendo con el inicio de la crisis. Y a primera vista, los resultados pueden sorprender.

Según este estudio,  el 77%  de los egresados hace siete años, está bastante o muy satisfechos con su empleo. Esto sucede sobre todo en la rama de Ciencias de la Salud; no así entre los que se decantaron Artes y Humanidades. Relacionado con ello se encuentra su satisfacción con su puesto de trabajo, que aumenta a medida que pasan los años. La mayoría (51,3), considera que hay un alto ajuste entre sus estudios y su último empleo, y un 28% considera que la relación es media-baja o poca.  Según el estudio, los titulados aseguran que el método más empleado en la universidad sigue siendo la enseñanza teórica y otras técnicas clásicas que no se adecúan a la situación actual.

También sorprendente es la afirmación de casi la mitad de los graduados, que aseguran no repetirían ni la carrera ni la universidad en la que estudiaron. Aunque casi todos (98%) volvería a hacer estudios superiores, uno de cada diez cambiaría de estudios, el 13% cambiaría el campus y un 15% repetiría universidad pero no carrera. Respecto a si el puesto de trabajo se ajusta a lo que estudiaron, más de la mitad (51%) opina que lo está, y mucho, y tan sólo un 15% cree que está poco relacionado.

Los contactos, lo más importante

Para buscar empleo, la mayoría (37%), aseguran que utilizaron contactos personales, por delante de la presentación directa en una empresa, los portales de empleo, los servicios públicos y universitarios para encontrar trabajo, por ese orden. Además, los encuestados aseveran que lo que más demandan los empleadores es la capacidad para asumir responsabilidades, un compromiso ético en el trabajo y que sean capaces de resolver idiomas. Por el contrario, los idiomas, el conocimiento de programas y aplicaciones multimedia y el manejo de las redes sociales están a la cola de lo exigido.