Alas para que os quiero

GETAFE/Rincón psicológico (13/09/2017) – Siempre me encantó utilizar la metáfora de las alas en mis sesiones individuales y en los talleres que habitualmente imparto. Las alas son nuestros pies soñadores arriba en el aire, aquellos que permanentemente tenemos que tener preparados para empezar a volar en nuestros sueños, y es que los sueños son sueños y por ellos siempre podemos soñar más y más y volar junto a ellos. ¿Qué sería del hombre que no soñara? ¿Qué sería de esos deseos que con tesón y constancia nos esforzamos en alcanzar? ¿Qué sería de esos sueños en que sentimos no perder el rumbo por orientarnos hacía nuestro objetivo?

A diario sentir gratitud por la vida nos hace ser grandes, nos hace estar firmes, nos hace creer en aquello que somos.

Hoy leía una frase que decía “nunca dejemos de soñar, pues nuestros sueños pueden llevarnos muy lejos, a caminos que nunca hubiera imaginado y desde ahí reconducirme hacía otro lugar que me devuelva a mí”.

Comienza septiembre año escolar para muchos, año de actividades de propósitos de ganas de deseos de SUEÑOS en definitiva. En septiembre sentimos esa energía en la que todo es posible, el verano nos ha permitido descansar, desconectar, echarnos siestas donde perderse, fluir en el agua y bucear en los océanos. El verano nos ha traído encuentros, familias, aventuras, silencios, retiros, lecturas, películas. El verano nos hace saltar olvidarnos de nuestras mochilas, en el verano todo es posible y estemos en el lugar que estemos lo valoramos como único y nuestro.

Así volvemos a nuestras ciudades, con ese descanso en nuestro cuerpo y esa apertura en nuestro alma que nos permite mirar más allá más allá del espejo y de nosotros.

Os propongo para este año escolar una tarea para soñar, que la tengamos presente y que nos permita espolvorear nuestras alas y salir a por ello, sin miedos sintiéndonos acompañados del viento y de los que a veces se encargan de limpiarnos, cuidarnos y mimarnos las alas. Los apoyos son importantes y nunca debemos olvidarlos.

MATERIAL PREVIO:

Un cuaderno personal, un boli y una música que te conecte.

Estos PASOS te ayudarán:

  • Siéntate cómodo y permanece en silencio.
  • Respira profundamente
  • Cuando estés en calma ponte esa música que elegiste. Párate a sentirla, escucharla, respirarla y quédate ahí. Escúchala tantas veces consideres necesario para ti.
  • Desde ahí deja que tu imaginación vuele sin juicios. Deja que salgan ideas, sueños, deseos. Todo vale.
  • Déjate inundar por ellos. Vívete en las situaciones de esos deseos. Viaja con ellos con la imaginación.
  • Cuando estés listo abre tus ojos y escribe aquel que más te ha hecho vibrar no por intensidad del deseo sino porque haya aparecido más veces, lo sientas más que otros. Escríbelo en mayúscula en el centro de tu cuaderno.
  • Después registra en orden aleatorio cada uno de los sueños que han ido apareciendo.
  • Vuelve a cerrar los ojos y VÍVETE en ese deseo en mayúscula que escribiste. Recréate con ese sueño. Puedes aquí apagar la canción que elegiste y estar en silencio.
  • Después de un rato vuelve a abrir los ojos y regresa a tu espacio.
  • Durante 1 semana puedes ir releyendo cada noche al acostarte esa lista de deseos de sueños y comenzar a numerarlos por orden de preferencia. Después por orden de posibilidades de ejecución.

Recuerda siempre tener presente tu GRAN SUEÑO el escrito en mayúsculas y darle ALAS PARA VOLAR y hacerlo REALIDAD.

Luego me cuentas. Feliz Vuelo

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Redacción Getafe Capital