Palos con gusto no duelen

GETAFE/La voz de la experiencia (28/12/2017) – No me agrada nada, al igual que a la mayoría de los españoles, que la mitad de los catalanes quieran insistentemente separarse de España, y como se puede entender, a los que menos les gusta es a la otra mitad de catalanes, que ven la evolución de unos comportamientos y actuaciones repetitivas y reincidentes, así como de una enorme capacidad de mentir, pero sobre todo, el desarrollo cognitivo de quienes se creen sus propias mentiras, aunque ciertamente, aderezadas con medias verdades, un gran sentimiento de superioridad, unas gotas de maldad y enormes cantidades de egoísmo.

El sentido figurado de la frase ‘palos con gusto no duelen’ parece ser el caso de la mitad de los catalanes, con el agravante del menosprecio a la otra mitad, y ya no les digo nada de la simpatía que nos tendrán al resto de los españoles ‘cero patatero’, bueno, bien pensado, siempre nos han querido mucho, como colaboradores necesarios para justificar infinidad de comportamientos, actuaciones y desmanes, y lo que es peor, utilizarnos para sentirse moralmente superiores y poder mirarnos por encima del hombro.

Continuando con los refranes, dicen en mi pueblo que ‘cuando un tonto toma una linde, aunque la linde se acabe, el tonto sigue’ y en este caso más aún, al tratarse de gente lista, dan la sensación que, pase lo que pase ‘aunque tengan que vestirse de lagarteranas’ no pararan hasta conseguir, tarde o temprano su meta.

¿Qué hacer desde el Gobierno nacional, los Gobiernos regionales, las instituciones, los partidos políticos, las empresas y la ciudadanía en general? Hasta hoy, y desde hace muchos años, se les ha tratado de calmar con halagos de todo tipo, muchos de ellos de trato, simpatía o agradecimiento por su orden, trabajo, prosperidad y un largo etcétera, pero también con medidas importantes y decisivas, con una enorme capacidad de autogobierno, con todo tipo de privilegios a sus empresas, con inversiones multimillonarias en puertos, vías férreas, autopistas y otros. Mientras en el otro 80 % de las regiones españolas, solo tenían caminos y carreteras de tercera.

Con todas estas infraestructuras de principio, pudieron desarrollarse con mayor facilidad polígonos industriales, dando cabida a todo tipo de industrias de transformación, aunque casi siempre con materia prima del resto de regiones, y los laboratorios, universidades, bancos y otros inversores, no iban a elegir La Mancha o Las Hurdes, sino Cataluña.

Por todo y con todo lo anterior, nos han inyectado el suero del agradecimiento, por poder disfrutar de sus adelantos, de su sabiduría, de la solvencia de sus bancos, de sus transformaciones de nuestras materias primas y sobre todo, de que admitan a trabajar a nuestros hijos en sus empresas, y puede que enseñen a nuestros nietos a que nos sientan como ellos. Gracias…

Raquel González - Directora Getafe Capital

2 Comments

  1. Mb

    9 enero, 2018 at 12:59

    Pues lo ha clavado el Sr. Muela.
    Es lamentable el patrón xenófobo del independentismo catalán, que mira constantemente por encima del hombro a esos seres «infrahumanos» venidos de más allá del Ebro.
    Y casi peor resulta los que a este lado del tendido les aplauden, comprándole su discurso carlistón, plagado de mentiras y supremacismo.

  2. jose valentin ramirez

    29 diciembre, 2017 at 23:26

    Luis, esta vez, sólo esta vez y sin que sirva de precedente … no estoy de acuerdo. Pero eso es otra historia.

    Feliz muy feliz año. Para ti y para todos los lectores de Getafe Capital.