Teatro y uno

GETAFE/Rincón psicológico (21/02/2018) – Hace unos meses asistía a una tertulia para intercambiar opiniones sobre la felicidad, he de reconocer que mi profesión y mi inquietud ante cada término que viene impregnado de “psicología” hace que no pueda permanecer exclusivamente sentada en mi consulta recibiendo sesión tras sesión a los pacientes. Reconozco que igual que en una etapa de mi profesión fui “cursillista”, congresista, becaria, y que me hacía kilómetros montada en aviones para escuchar en directo a los mejores en psicología, hace un tiempo no muy lejano elegí seguir creciendo pero esta vez junto a esas personas que sin ser psicólogos ni llevar colgado un título sanitario se arriesgan a hablar en público y debatir sobre temas que a uno le hacen vibrar.

Y sí digo arriesgarse porque es fácil hablar de conceptos de felicidad pero no es sencillo vivirlo, llevarlo a tu día a día, y ser modelo de ello en las adversidades. Así que porque esa tertulia la llevaba un amigo mío escritor y porque iba acompañada de mi tribu que en esto de la felicidad controla mucho y porque para mí era seguir ahí viviendo mi profesión desde este nuevo lugar que os cuento elegí pasar esa tarde noche en el llamado y amado Café Gijón de Madrid, un lugar donde literatos muy conocidos se reunían hace años incluso algún siglo atrás para hablar de este término denominado felicidad.

Y es allí cuando al lado de mi amigo escritor dirigiendo en conjunto esta tertulia descubrí a un personaje que marcaría el principio de otra de mis aventuras, el actor Santi Senso. Reconozco me cautivó su presencia y esa felicidad que innatamente transmitía, su entusiasmo, su pasión por lo que amaba, su seguridad , y sobretodo el amor que ponía en cada palabra, palabras que llegaban al alma de los que allí estábamos y, esa mirada profunda que hablaba , auténtica que traspasaba hasta una mirada de hielo.

El dominio que Santi tenía sobre las emociones y la forma tan sutil que tenía de jugar con ellas sin ser manipuladas me sorprendía. Imagino uno no queda indiferente ante lo que ahí estaba sucediendo y es de esta forma como la vida quiso que nos fuéramos encontrando poco a poco para seguir juntos aprendiendo.

A los días tuve la oportunidad de asistir a una de sus obras de teatro, un teatro intimista, cercano, ubicado junto a mi consulta, allí en esa butaca sentada pude vivir al actor, y lo que es más sorprendente pude vivenciar a un público que interactuaba, absorta en cada uno de mis sentidos iba saboreando sutilmente todo cuanto acontecía y ahí comprendí los llamados Actos Íntimos de los que hablaba Santi.

Teatro y emociones van de la mano, caminan juntos, en teatro se experimenta la mayor de las catarsis y de una forma sublime uno va conectando con cada una de sus máscaras y personajes configurados para la ocasión de la vida.

Vivir la experiencia del teatro simboliza aventurarnos a navegar por un profundo océano que es el MIO, el de UNO.

¿Te atreverías a vivir tu felicidad y seguir encontrándote desde este nuevo espacio psicológico?

Más información en www.cspsicologia.es

Redacción Getafe Capital

1 Comment

  1. SANTI SENSO

    8 marzo, 2018 at 12:06

    PODEROSA PULSIÓN LA QUE COMPARTES EN ESTE BELLO ESCRITO. GRACIAS MÓNICA POR ABRAZARme.
    PARA LOS VALIENTES Y VALIENTAS QUE DESEEIS CONOCERme AQUÍ ME TENÉIS. ME ENTREGO AL DESEO.
    Santi Senso.