A todo trapo

GETAFE/La piedra de Sísifo (09/10/2018) – En argot náutico, se denomina “a todo trapo” al momento en que el velero navega con todo el velamen desplegado, viento en popa, con la intención de alcanzar su máxima velocidad. La frase ha calado en otros ámbitos y se utiliza profusamente asociada a desplazamientos a altas velocidades.

Da la casualidad que nuestro prócer, líder y adalid de la españolidad getafense, el impagable Rubén Maireles, encabeza una campaña local en la que el Partido Popular de Getafe regalará banderas españolas hoy martes y el próximo jueves, con la noble intención de contribuir decisivamente a gozar de una ciudad engalanada el próximo 12 de octubre, Día de la Hispanidad; es decir, yendo a todo trapo, su candidato nos invita a teñir la ciudad de sangre y oro. ¡¡Vaya tela!! (también término náutico que ensalza la calidad del velamen).

Suele suceder que las grandes iniciativas se pierden en los pequeños detalles y en la circular enviada a los medios por el Partido Popular, no explican cómo lo harán; si darán una bandera por persona o la gente podrá colocarse en la fila todas las veces que considere necesario, por aquello de que tengan varias casas o varios balcones o varias casas con varios balcones y ventanas y un largo etcétera, que todas las opciones están abiertas.

No es por ser desconfiado pero, ahora que ya empieza a notarse el fresquito del otoño, a poco que el tejido sea medianamente tupido, saldrán unas colchas fantásticas en elaboración simple, o unas prendas muy alegres en el caso de que los receptores luzcan habilidades con la tijera, aguja e hilo. La población de Getafe, de natural agradecida, sabrá reconocer como merece el esfuerzo al Partido Popular y lo tendrá en cuenta el próximo mes de mayo cuando acudan en masa, ataviados de rojo y gualda, a votar a otros partidos.

Para terminar este breve y sentido artículo, escrito a vuelapluma, pediría que tengan cuidado, no vaya a ser que suceda lo que pasó hace algunos años en el Campeonato Mundial de Motociclismo, cuando éramos potencia mundial, que nuestros compatriotas coparon los primeros puestos y, al verse las tres banderas españolas juntas, coronando el podio, asemejaban una senyera; referencia catalanista muy poco apreciada hoy en día en según qué momentos, en según qué lugares.

Henchido de orgullo patrio, no me queda más que desearte felicidad en nuestra sagrada piel de toro.