Roedores, más que un problema para las estructuras arquitectónicas

GETAFE/Varios (23/05/2019) – Aunque muchos lo pongan en duda, no es extraño que en los hogares españoles existan plagas que si no se controlan y eliminan pueden llegar a provocar tanto problemas estructurales en la vivienda como problemas de salud a sus inquilinos.

Y es que, a pesar de que existen animalillos que son prácticamente invisibles, existen otros que, aunque se escondan ante cualquier presencia humana, no son ni mucho menos pequeños.

Las alarmas suelen saltar ante la presencia de pequeños excrementos, olores inusuales y ruidos que parecen proceder siempre del otro lado de una pared, y sí, si esas son las pruebas se está ante una plaga de ratas u otro tipo de roedor, por lo que para conseguir erradicar el problema de raíz y eliminar ratas Madrid o en cualquier otro lugar, lo mejor es acudir siempre a profesionales, pues de lo contrario, probablemente nunca se llegará a saber con certeza cuán significativo es atajarlo de raíz.

A priori estos roedores pueden parecer inofensivos, pero también pueden ser causantes de importantes daños estructurales en las viviendas, pudiendo incluso llegar a producir el colapso en alguna de las estructuras dañadas lo que, sin duda, representa un enorme peligro para los moradores. Pero, además, son trasmisoras de enfermedades como la de Weil, la salmonela, la leptospirosis o el hantavirus, por mencionar algunas, lo que hace que eliminar ratas Madrid, o en aquel lugar donde sea necesario, cobre una importancia superlativa.

Sin embargo, algo que no todo el mundo sabe, es que la fuente principal de contagio de estas enfermedades es la orina que los roedores van dejando allá por donde pasan. No obstante, las formas de contagio pueden ser varias, entre las que destacan las dos siguientes:

  • Aire contaminado, es decir, la inhalación de polvo o suciedad previamente contaminado con la orina.

  • Alimentos o agua contaminados, el contacto de los roedores con alimentos y bebidas puede poner a cualquiera en grave peligro, por lo que lo recomendable es que ante el menor signo de contacto se deseche el producto, evitando con ello el riesgo de contraer cualquier posible enfermedad.

Pero además de las dos anteriores, entre las más comunes también podemos encontrar el contacto directo, y el contagio a través de una herida abierta. En cualquier caso, y ante la mínima sospecha, conviene acudir a profesionales, evitando de esta manera poner en riesgo la salud de todos aquellos que comportan el hogar.

Redacción Getafe Capital