Altas capacidades: ¿regalo o castigo?

GETAFE/Rincón psicológico (12/07/2017) – Se ha venido definiendo la inteligencia como un conjunto de capacidades y habilidades que nos permiten una mejor adaptación al entorno. La inteligencia se ha representado en una curva en la que la mayoría de la población se sitúa en la zona central. Sin embargo, aproximadamente el 2% se sitúa en el extremo superior de esta curva. Son personas que poseen unas capacidades intelectuales superiores, aunque solo el 10% lo sabe. La Organización Mundial de la Salud establece que las personas con altas capacidades son aquellas que presentan un cociente intelectual igual o superior a 130.

Características

  • La precocidad es la característica que mejor define a estos niños: en efecto, las adquisiciones intelectuales y/o psicomotrices se realizan de forma muy temprana. Hablan antes de los dos años, escriben antes que el resto de sus compañeros o pueden leer antes de iniciar la escuela, de forma autodidacta.
  • Tienen una gran memoria que les lleva a aprender muy rápidamente
  • Utilizan un vocabulario muy rico y variado, y muy amplio para su edad
  • Tienen excelentes capacidades de razonamiento
  • Son tremendamente creativos
  • Son muy observadores
  • Son muy curiosos, presentan muchos intereses y se implican en las tareas que realizan, ya que son muy perseverantes
  • Son muy perfeccionistas, críticos consigo mismos y competitivos
  • Tienen mucha energía y pueden ser muy inquietos, tanto física como mentalmente, lo que puede llevar a que se les diagnostique erróneamente con un síndrome de hiperactividad
  • Presentan un desarrollo desigual: en efecto, su desarrollo intelectual no va paralelo al desarrollo emocional. Así, estos niños son muy intensos emocionalmente, tanto para lo bueno como para lo malo.
  • Presentan una hipersensibilidad sensorial

Lo que a priori puede parecer una gran ventaja desde el punto de vista escolar, puede convertirse en un problema si no se tienen en cuenta las particularidades de estos niños ya que el sistema escolar actual no se adapta a sus necesidades. Estos alumnos necesitan mucha comprensión y espacios más flexibles en los que puedan dar rienda suelta a su creatividad y a su gran curiosidad intelectual. En caso contrario, se sentirán desmotivados y frustrados en un ambiente que les oprime, pudiendo llegar a una situación de fracaso escolar. Además, la construcción de su propia imagen no siempre es fácil ya que existe un conflicto entre lo que son y lo que realmente se espera de ellos, pudiendo aparecer cuadros de ansiedad, baja autoestima y problemas en las habilidades sociales.

¿Cómo ayudarles?

  • Si sospecha que su hijo/a tiene altas capacidades se recomienda acudir lo antes a un profesional que podrá confirmar, o no, el diagnostico, y por supuesto infórmese sobre lo que supone tener un hijo con altas capacidades y poder así ayudarle a explotar su potencial
  • Fomentar tanto su pensamiento creativo como su razonamiento lógico
  • Aceptarle tal como es y enseñarle a no sentirse diferente de los demás.

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Redacción Getafe Capital