Almendras: magia, misterio y salud

 “Antes que las demás flores llegas tú para reinar sobre todas ellas. Y con verdad que eres de venturoso presagio, pues en tu cándida hermosura aparece la primera sonrisa del mundo y de la primavera”
Ibn Teinim, poeta árabe

Los historiadores están de acuerdo en que las almendras y los higos, ambos mencionados en el Antiguo Testamento de la Biblia, estuvieron entre los primeros alimentos cultivados en el mundo. Las proteinas de las almendras se parecen mucho a las proteinas de la leche materna humana.

almendras1En la mitología griega se considera el almendro el árbol de Attis quien fue concebido, según el mito, por una virgen mediante una almendra. Cibeles, gran diosa asiática, al parecer, nació o derivó de una criatura bixesual llamada Agdistis, que se había originado del suelo o de una roca, para gran consternación de todos los dioses; en realidad no se trata más que de uno de los muchos avatares de la diosa-tierra; existiendo unas piedras negras, consideradas sagradas, que evocaban aquella génesis venerándose como asiento de la divinidad. Agdistis fue reducida a hembra mediante amputación de sus partes viriles y de esta castración u operación nacería, por modo mediato y fantástico. De forma que cuando la parte masculina amputada de la gran diosa Cibeles fue convertida en almendro, Nana, la hija del río Sagario, quedando cautivada por la belleza de sus flores, tomó una de ellas colocándosela en su seno; pero la flor desapareció y Nana quedó embarazada, de esta forma nació Attis, que fue abandonado al nacer siendo salvado y cuidado por un macho cabrío. Posteriormente Cibeles se enamoraría del joven, y cegada por esta pasión cuando Attis se hallaba en aventura erótica con otro personaje mitológico, le hijo enloquecer de forma que se autocastró y murió.

También existen creencias sobre el almendro que no se pueden comprobar: trepar un almendro asegura el éxito en inversiones, poner almendras en los bolsillos le conducirá a un tesoro y si los almendros están cubiertos de flores y pocas hojas en primavera es señal de fertilidad, asegura nacimientos y buen año matrimonial.

Aunque el contenido de proteínas, grasas, carbohidratos y fibra entre las almendras y otras nueces es casi idéntico, el secreto de las almendras radica en que son una de las principales fuentes de vitamina E disponibles en un sólo alimento. Además, de que proveen más calcio, magnesio, riboflavinas y niacina que otras nueces.

Una porción de 20 a 25 almendras diarias es lo que equivale al 50 por ciento del consumo diario recomendado de vitamina E para disminuir el riesgo de desarrollar ciertas enfermedades, entre ellas las enfermedades del corazón.

¿Por qué es tan importante comer almendras crudas, puestas en remojo por unas 6-8 horas?

Todos los frutos secos contienen sus conservantes naturales para prevenir que la fruta se estropee rápidamente. Cuando se ponen en remojo, los conservantes se quedan en el agua y así es más fácil  para el cuerpo asimilar todas las sustancia nutritivas de las almendras.

Además, después de una manipulación térmica, de todas las sustancias saludables, en las almendras solamente quedan un 30%, el resto se descomponen por el efecto del calor. Más de la mitad de la  generosa proporción de grasas no saturadas, vitaminas B1, B2, PP, C, A, D y E; calcio, fósforo, hierro, potasio, sodio, magnesio, azufre, cloro, manganeso, cobre y zinc se pierde en el proceso de tostar/freir las almendras. Además contienen los ocho aminoácidos esenciales. Con el consumo de almendras podemos contribuir a una dieta sana simplemente al agregar ¼ de taza de almendras crudas en nuestras comidas o ensaladas.

Otro beneficio destacado es su alto nivel energético. Contienen cobre y manganeso responsables en la producción de energía celular que a su vez son indirectamente responsables de la producción energética de nuestro organismo. Y en caso de experimentar fatiga o agotamiento el consume de un puñado de almendras diario, puede ayudar notablemente a mejorar nuestro nivel energético. Las grasas de las almedras son no saturadas lo  que signifíca que  son benéficas para nuestro organismo.

La almendra y la diabetes

El control de la dieta es esencial en los diabéticos que no dependen de insulina. La almendra puede formar parte de la alimentación de un diabético. Por una parte, se sabe que la asociación de la fibra con los azúcares provoca una disminución en la velocidad de absorción de la glucosa, lo que hace que el aumento de los niveles de glucosa e insulina sea moderado. Por otro lado, se ha demostrado que una dieta de ácidos monoinsaturados mejora la tolerancia a la glucosa, además de tener un efecto positivo sobre la regulación del contenido de colesterol presente en las HDL y LDL y sobre los niveles de triglicéridos.

La almendra: una «aspirina» natural


Considerada «remedio de todos los males», la aspirina es el medicamento más popular, extendido y aceptado. La alternativa natural a este producto consiste en comer un puñado de almendras, aunque sus efectos sean más lentos. La explicación radica en que las almendras contienen una buena proporción de salicilatos, sales formadas por ácido salicílico y una base que constituyen el principal agente activo de la aspirina, al que se deben los milagrosos efectos de este popular fármaco. Además, por su alto valor calórico y proteínico, las almendras ayudan a la regeneración del sistema nervioso y son un buen antiséptico intestinal.

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Redacción Getafe Capital

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