El día de la marmota

GETAFE/Tribuna con acento (19/09/2017) – Después de un largo y trabajoso proceso, esta aprobación ha pasado prácticamente desapercibida lo que quizá barrunta algo muy negativo. Las organizaciones se han preocupado mucho de conseguir un particular o las organizaciones preocupadas por la participación ciudadana han trabajado mucho por conseguir un articulado de acuerdo a sus principios, pero no está claro que ahora, una vez aprobado el reglamento, se ponga el mismo esfuerzo en fomentar efectivamente esa participación. Siempre dije que no era muy importante el articulado, sino que todas las organizaciones comprometidas con la participación ciudadana, realmente en sean en sus ámbitos, las practicantes y promotoras de la participación. Pensar que solo es participación ciudadana la que se hace en o desde las instituciones, es un reduccionismo empobrecedor.

La participación se fomenta o se debiera fomentar en y desde el seno de asociaciones de vecinos, de los sindicatos, de los colectivos deportivos o culturales empezando por las propias comunidades vecinales y en esos ámbitos se hará más por implicar a la ciudadanía en la cosa pública, que por ver quien preside los Consejos de Barrio. El reglamento es importante y se ha hecho un buen trabajo, pero la participación no se consigue por decreto. Hay indicadores serios que muestran un proceso de retroceso participativo por parte de una ciudadanía que confía más en respuestas individuales que en lo común y colectivo. Lo vemos en la propia Asociación Agora donde colaboro y donde detectamos que cada vez nos cuesta más traer a las personas para participar en las actividades que realizamos. Lo vemos en las asociaciones de vecinos (salvo en los nuevos barrios). La fuerza política a la que pertenezco está realizando asambleas de barrios en las que, a pesar del interés del contenido, el número de asistentes deja mucho que desear. En el pregón de las Fiestas del Sector 3 no había más de 60 personas asistiendo al mismo. El año pasado había dos chiringuitos, este uno, ya veremos el año que viene.

El otro día un compañero mencionaba que la vida municipal de Getafe se parecía mucho al “día de la marmota”. Recordemos que en esta película el protagonista se levanta todos los días siendo el mismo día donde se repiten las mismas cosas. Creo que esa mención, en el contexto que se hacía era acertada, desgraciadamente demasiado acertada pero la película aporta dos matices importantes a señalar: el protagonista interpretado espléndidamente por Bill Murray aprende cada día de la experiencia de lo que pasó el día anterior y puede cambiar en consecuencia su forma de afrontar las distintas situaciones. Es decir, aprende del pasado para evitar el repetir errores. El segundo aspecto muy importante es que el maleficio se rompe solo cuando el protagonista asume un proceso un cambio personal profundo y solo este hecho es el que finalmente rompe el maleficio. Creo que las asociaciones, los sindicatos, los partidos políticos, los colectivos de Getafe deberían saber que aunque los procesos parezcan siempre los mismos en sus manos está el poder aprender de la experiencia y cambiar como afrontar las distintas situaciones. Si queremos romper el maleficio que separa cada vez más a la ciudadanía de lo común, que tenemos que empezar por un cambio profundo en nuestras organizaciones y realmente apostemos por una participación plena, limpia y sincera y no por hacer de la participación un instrumento más en el Juego de Tronos.

Redacción Getafe Capital