Transporte público

Los constantes llamamientos al uso del transporte público, sobre todo en momentos de mucha contaminación, se ven tristemente desmentidos por las averías que sufren los trenes de cercanías casi a diario; cuando no es una línea es otra y, cuando no, dos a la vez. Convendría que alguien se tomara en serio, no ya decirlo, que también, sino poner inmediatamente todos los medios necesarios para que dejen de producirse esos problemas que torturan cada día a personas que van o vienen de sus trabajos y en nada afectan a quienes usan sus vehículos o, incluso, tienen chófer (les corresponda o no). Esto sí que es una medida urgente para los decretos de los viernes, sin cuestionar las demás.