Mucho cuidado

Quizá pueda parecer algo exagerado ir de reconocimiento con las caballerías al Cerro de los Ángeles, 15 días antes del Rocio, como si fuera una etapa peligrosa del Rally París-Dakar. Quizá pueda responder a un exceso de celo por parte de los participantes más previsores, lo que no es de recibo es dejar las sendas sembradas de excrementos de caballo; supone una enorme falta de respeto hacia quien hace normalmente ese recorrido a pie o en bicicleta, ahora convertido en un campo de minas. Mal empezamos.