Hazte oír

GETAFE/La piedra de Sísifo (11/02/2020) – La Lotería de la Infamia ha determinado que los centros públicos donde se dirigiría el foco de la mentira, la calumnia y el descrédito serían los institutos Alarnes y La Senda. ¿Razones? Que estaban en el bombo. Porque, para optar a este premio, en principio hiriente, no era necesario haber hecho nada, todos los centros públicos participaban de oficio en el sorteo por esa misma causa, ser públicos.

Siempre ha habido, hay y habrá personas crédulas que den crédito a las voces vergonzantes que acusan a los centros educativos, insisto, públicos, de todos los males del mundo: ayer por una falsa mala calidad, hoy es un presunto adoctrinamiento y mañana, quién sabe, por una hipotética masificación en las aulas provocada presupuestariamente, qué casualidad, por los mismos que la critican. Siempre ha habido, hay y habrá malas personas que consideran que una educación de calidad no debe estar al alcance de los más desfavorecidos, no vaya a ser que les dé por pensar por sí mismos y se sacudan el yugo (con y sin flechas) con que les pretenden sumisos y entregados.

Toda persona de bien que se pare a pensar en lo expresado, tenderá a usar la lógica y se preguntará por qué se pretende desguazar un bien público tan valioso como la enseñanza/educación, si su buen funcionamiento es un factor de mucho peso en nuestro avance como país, como nación, como cultura, como colectivo y como individuos; por una razón, para los culpables, de más peso aún: el dinero.

Lo disfrazan de ideología, lo visten de convicciones, lo maquillan con líneas rojas y lo adornan con titulares grandilocuentes, siempre indignados y ofendidos, pero detrás de este burdo montaje solo hay dinero; mucho, muchísimo dinero pero solo eso, dinero.

Porque nuestro Bobierno Regional, bobo en el sentido de negar un adecuado desarrollo a parte de su población, su principal activo; pero muy listo en cuanto al uso de artimañas para blindarse el bolsillo; nuestro Bobierno Regional, decía, ha metido un tijeretazo reduciendo la cantidad que perciben los centros educativos PÚBLICOS, por alumno matriculado o cercenando un 5 % del dinero destinado a la enseñanza bilingüe; aumentando, eso sí, el presupuesto destinado a la enseñanza concertada y privada, que es la que da dinerito a las empresas que los gestionan, vinculadas, en su práctica totalidad a la Iglesia y de un modo difuso a determinados personajes de la derecha. Clinc, clinc, caja…

Decía al comienzo que, estas acusaciones absurdas proferidas contra dos institutos de Getafe son, en principio, hirientes, aunque a la larga se suman al historial como medallas de quien ha luchado contra las hordas de la infamia más vergonzante. Es una táctica, no por muy usada, menos eficaz y que viene manoseando lo público desde hace décadas (véase la Sanidad), en unos momentos con más resultados que en otros.

Como lo cortés no quita lo valiente, solo me queda reivindicar el nombre adoptado por esta banda de delincuentes, destinados a terminar con sus huesos en la cárcel en cuanto la Justicia despeje las brumas que la envuelven y descubra quiénes son los dinamiteros de la convivencia y las correctas relaciones entre ciudadanos, con independencia de sus ideas: Hazte oír (entre otras conocidas franquicias de la ultraderecha montaraz).

Hazte oír, tú sí, y demuestra a esta gentuza que ellos sobran, que no los queremos y que es el momento de que vuelvan a su hábitat natural, las cloacas…

… Y no sigo porque aún no se ha derogado la Ley Mordaza. Sed felices.