GETAFE/Varios (30/12/2022) – Pese a que la fisioterapia no tiene una estación como tal, es cierto que los hábitos deportivos sí se cuentan por temporadas y, la de invierno, conlleva unos riesgos distintos si se tienen en cuenta el estilo de deportes de invierno que pueden practicarse.
Durante estos meses y con algunas de las estaciones de esquí y pistas de patinaje en marcha, las clínicas de fisioterapia se llenan de pacientes que necesitan descargar ciertas musculaturas específicas.
“Es durante estos meses cuando vemos, por ejemplo, más hombros dislocados que necesitan de recuperación con terapia manual y con ciertos avances de maquinaria” explican desde Bahía Madrid, centro de fisioterapia en Madrid que ve cómo pasan por sus cabinas esquiadores que bajan de la sierra o que llegan desde las pistas de nuestro país.
Este tipo de lesión, mucho más habitual de lo pensado, suele ser el resultado de caída sobre hielo o nieve dura. Tras la pertinente inmovilización e incluso, dependiendo de la gravedad, intervención, es el momento de la rehabilitación, cuando llegan a mano de los profesionales para devolver a esta articulación toda la movilidad y fuerza que necesitará en adelante.
Es importante no dejar a medias este tipo de tratamiento si lo que se busca es una recuperación integral.
Pero esta no es la única lesión del invierno. Los esguinces por mala pisada o resbalones, las rodillas por el frío y algún esfuerzo practicando deporte a bajas temperaturas y sin calentamiento previo adecuado, el llamado pulgar del esquiador…son muchas las que vienen derivadas de las pistas y que, durante estos meses, necesitan tratarse en las clínicas de fisioterapia.
“Por suerte, la gente ya empieza a confiar más en la necesidad de hacer bien los tratamientos preventivos y de rehabilitación, lo que facilita las recuperaciones al máximo. Aunque cada lesión y paciente es un mundo, en realidad no suelen alargarse en el tiempo y el beneficio de realizarlos a término es claro” comentan.
La prevención es clave cuando se trata de intentar evitar lesiones que pueden complicar seguir con las rutinas y ocio habituales. Para ello bastan ciertas recomendaciones que pasan por un buen calentamiento previo para que las articulaciones estén preparadas para el esfuerzo, adecuar el mismo a las condiciones físicas de cada momento y tratar de usar la protección adecuada en cada caso para evitar golpes más secos. A eso se suma la precaución, ser cauto siempre es clave para evitar caídas.