La terapia psicológica se convierte en un recurso cotidiano para los madrileños

GETAFE/Varios (14/10/2025) – Una de las cosas buenas que se derivan de la pandemia de 2020 es lo  que muchos llaman el triunfo de la salud mental. A consecuencia de los  problemas que sufrieron las personas tras el encierro, ha crecido  considerablemente el número de usuarios que han iniciado una terapia  psicológica.

En zonas congestionadas con Madrid el cambio ha sido notable: un porcentaje cada vez mayor de personas buscan psicologo colmenar viejo, Lozoya, Pinto o en la propia capital.

El motivo para acudir a la consulta del psicólogo era, en origen,  tratar algún escenario conductual derivado de la pandemia. Sin embargo,  cinco años después, muchas personas mantienen sus visitas a la consulta o  sus sesiones online para trabajar otros problemas o profundizar en episodios pasados que pueden tener gran influencia en comportamientos del presente.

Un recurso del que se habla cada vez más

Los psicólogos y especialistas de la salud mental hablan de un cambio  social importante. Para muchos terapeutas, el hecho de que tanta gente  haya acudido a consulta y haya experimentado lo que es la terapia en  primera persona ha servido para romper el tabú que existía sobre este apoyo sanitario.

Como explican desde el gabinete madrileño QP Terapia, hace unos años  muchos clientes llevaban con discreción su relación con el psicólogo. Esto hoy ha cambiado de manera radical: hablar sobre las sesiones o ser transparentes con el hecho de estar en terapia es algo habitual.

Esto genera un efecto contagio que está haciendo que mucha gente que no se había planteado ir al psicólogo lo haga ahora: “Ven  cómo sus seres queridos o amigos, que no tienen graves problemas, van  regularmente y hablan de sus mejoras y quieren experimentarlo en primera  persona”, explican los psicólogos consultados.

Flexibilidad y adaptación

Lo más interesante de este nuevo escenario de la salud mental es que  los pacientes tienen motivos para dar el primer paso, pero además lo que  encuentran cuando se ponen en contacto con el terapeuta les hace  quedarse.

En ese sentido, los profesionales de la salud mental hablan de dos grandes valores que se dan en la actualidad: flexibilidad y adaptación.

En cuanto a la flexibilidad, lo principal es la integración de recursos informáticos para hacer terapia online. Conectarse a una videoconferencia desde la comodidad del hogar, en cualquier momento, evitando desplazamientos… Todas estas ventajas hacen que el paciente lo tenga más fácil a la hora de programar sus citas.

Por otro lado, está la adaptación. Esto no es nuevo, pero sí resulta llamativo para quienes siempre se han sentido alejados de la figura del psicólogo.

Tras unas primeras sesiones de control y diagnóstico, los terapeutas  plantean un desarrollo de la terapia totalmente personalizado y diseñado  para abordar justo las necesidades de cada usuario.

Centrarse en los objetivos de cada persona permite que estas vean  avances desde las primeras sesiones y, por tanto, se animen a continuar y  a profundizar cada vez más en su pasado, su presente, sus fortalezas y  debilidades, con el fin de dar, cada día, un paso más hacia la  estabilidad emocional.

Redacción Getafe Capital

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