Los secretos, el estrés y la solidaridad tras la casa más navideña de Getafe

GETAFE/Sociedad (20/12/2025) – La familia Acevedo cumple una década iluminando El Bercial con un espectáculo de luces sincronizadas que este año ha congregado a más de 1.000 personas y que además recauda fondos contra el cáncer infantil. Detrás de la magia, hay meses de ingeniería casera y noches sin dormir.

En el barrio de El Bercial, hay una vivienda que no necesita número para ser identificada; basta con seguir el resplandor. Lo que comenzó hace diez años como un pequeño gesto paternal se ha convertido hoy en un fenómeno local capaz de detener el tráfico y atraer a las cámaras de televisión.

Juan José Acevedo y su hijo Javi son los artífices de esta locura lumínica que, cada Navidad, transforma su fachada en un lienzo digital. Lejos de la sofisticación actual, los inicios fueron modestos. “Lo primero que pusimos fueron las típicas luces del chino”, recuerda Juanjo, el ‘manitas’ del equipo.

Todo nació para sorprender a sus hijos pequeños. Sin embargo, la afición se convirtió en pasión y la pasión en un reto técnico cuando su hijo Javi, tomó el relevo creativo. “El que me ha superado es él con el tema de las luces”, admite Juanjo. Fue Javi quien, tras un viaje de estudios, impulsó el salto al “Pixel LED” y a los Paneles Matrix, sistemas que permiten sincronizar la iluminación con la música al estilo de los grandes conciertos.

Lo que los vecinos ven desde la acera es el resultado de una ingeniería casera de alto nivel desarrollada en el garaje familiar. Un ejemplo es la gran esfera luminosa, creada usando un balón de playa como molde. “Le dimos una capa de fibra de vidrio con resina, capa a capa, hasta hacerla gruesa”. O el panel Matrix original, fabricado por Juanjo con tubos de PVC taladro a taladro para insertar las luces. Este año, la inauguración celebrada el último fin de semana de noviembre congregó a más de 1.000 personas.

Sin embargo, pocos sabían que el espectáculo estuvo a punto de cancelarse. “El lunes antes, todos los shows fallaron. Los tuve que hacer de nuevo”, confiesa Juanjo, visiblemente aliviado. A los fallos informáticos se sumó un temporal de viento el domingo previo que arrancó parte de la decoración. “Los copos de nieve y la estrella se pusieron como una bandera en horizontal, se giraron”, relata Javier.

La tensión fue tal que el padre de familia admite la presión vivida: “Yo el jueves estuve a punto de llorar. He estado más de una semana levantándome a las 4.30 de la mañana”. Finalmente, probaron el show la noche del viernes a las 12.30, apenas unas horas antes del evento oficial. Más allá de la estética, este año la familia Acevedo ha querido dar un propósito a su esfuerzo.

Ante la afluencia masiva de público, Javi decidió contactar con la Fundación CRIS Contra el Cáncer. A través de un código QR instalado en la puerta, los visitantes pueden hacer donaciones. El éxito fue inmediato: “Hemos recaudado 1.700 euros el día de la inauguración “, confirma Javi.

Roberto Jiménez Gómez

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