Camino al cole. Por una escuela sostenible

GETAFE/El aula sin muros (17/05/2019) – Cada mañana decenas de autobuses escolares llenan las calles de Getafe y carreteras aledañas, centenares de coches se acumulan a las puertas de los colegios e institutos, para acercar a los escolares a sus centros educativos. Las puertas y alrededores de los centros a menudo se colapsan y con frecuencia se invaden carriles de la calzada provocando atascos: muchos coches, más contaminación. ¿Qué mensaje le estamos transmitiendo a los escolares?

Cada vez que se detecta un problema social, a algún político avezado se le ocurre proponer una asignatura nueva, sobre todo si estamos en periodo electoral. La última que nos viene a la mente es la asignatura de Constitucionalismo. De nada sirve impartir asignaturas si la práctica contradice la teoría. La igualdad de género, la paz, la convivencia, la conservación del planeta, la democracia…son temas transversales que deben impregnar todo el proceso de aprendizaje, no tiene sentido crear una nueva asignatura, nos sobran asignaturas y nos faltan modelos educativos que desarrollen estos valores.

Nos asustamos cuando las noticias de los medios de comunicación nos alertan del peligro de colapso ecológico de nuestro planeta, cuando nos enteramos que Getafe tiene graves problemas de contaminación, cuando imaginamos horrorizados el tipo de Planeta que vamos a dejar a nuestros hijos. Es necesario que nuestra concienciación se traduzca en militancia ecológica, reivindicando a los que nos gobiernan para que cambien la legislación, influyendo en nuestro círculo social para propiciar cambios de actitud y, sobre todo, adaptando nuestros hábitos de consumo en el sentido de reducir nuestra huella ecológica.

Es cierto que los condicionamientos sociales operan en sentido negativo: que la zonificación educativa única, junto con la falta de oferta educativa en los propios barrios, propicia la adscripción a centros alejados del domicilio familiar; que los horarios laborales incitan a llevarse el coche para ahorrar tiempo; que el diseño de las ciudades y la propia orografía, dificultan la utilización de medios de transporte más ecológicos, como la bicicleta; que existe una sensación de inseguridad, no siempre justificada, que nos atenaza y genera una tendencia a la superprotección de nuestros hijos e hijas, dificultando la autonomía y comportamiento responsable que deberían alcanzar los menores.

Hemos optado al lujo del automóvil más tarde que nuestros vecinos del centro y norte de Europa y nos cuesta utilizar medios de transporte menos confortables, aunque sean mucho menos contaminantes. Produce envidia ver en estos países los cientos de bicicletas que se acumulan a las puertas de los centros educativos, por no señalar los miles que llenan los aparcamientos de estaciones de metro o ferrocarril, a pesar que la mayoría de esos países cuentan con una climatología más adversa que la nuestra.

Las iniciativas municipales van a ser muy necesarias también en este caso. En trayectos cortos se puede propiciar el camino a pie hasta la escuela, sin menoscabo de la seguridad del alumnado, con presencia de policía municipal en los trayectos y la colaboración ciudadana. En algunos cantones de Suiza los alumnos mayores ayudan a regular el tráfico, en Baviera son personas jubiladas las que realizan esa función. Existen múltiples posibilidades imaginativas.

Algunos ayuntamientos de la Comunidad de Madrid han puesto en funcionamiento el llamado Pedibús, ruta a pie guiada por una persona adulta que va recogiendo a los escolares hasta el colegio. Para trayectos medios, la bicicleta puede ser una buena alternativa si se eliminan los factores de riesgo, peatonalizando calles, propiciando carriles seguros o facilitando el préstamo de bicicletas y proveyendo lugares accesibles donde guardarlas.

El fomento de la conciencia ecológica no depende sólo de las leyes, aunque éstas sean determinantes, también exige la colaboración de los centros educativos, de las familias y distintas entidades ciudadanas. Ya existen experiencias en muchos municipios que pueden servirnos de referente. La propia DGT propicia un programa llamado Camino Escolar Seguro(2) que cuenta con el concurso de muchos de estos municipios. Empecemos a caminar.

Escuela Abierta es un movimiento de renovación pedagógica (MRP) que surgió en Getafe en el año 1981 y que tiene entre sus objetivos la construcción de un modelo de Escuela Pública universal, gratuita, inclusiva, científica, pacifista, ecológica y laica.

Redacción Getafe Capital