Políticos mentirosos, mentiras en la política

La impunidad con la que se pronuncian discursos mentecatos y falaces, la habilidad con la que se falsean datos para acomodarlos a las necesidades de cada cual, la nula capacidad de respuesta de rivales políticos ante flagrantes mentiras, están llevando a la política en general y en Getafe en particular a un nivel paupérrimo, donde la capacidad de crítica del ciudadano le ha sido robada sin tener recursos para poder hacer frente a los discursos oficiales. Nadie cuestiona lo que se dice en público: se compra cualquier versión sin contrastar y se asume como verdadera la cita oficial.

Este hecho, que también es fruto del aquiescencia de los propios periodistas, que desbordados, malpagados y pendientes de un hilo y de un poder económico que atenaza, hemos dejado de lado los valores por los que debía regirse esta profesión. Nos hemos convertido en correa de transmisión de la versión oficial, que de esta forma sigue acrecentando su poder y su influencia sobre los ciudadanos.

No hay consecuencias. Juan Soler puede vender a bombo y platillo cifras astronómicas de inversión en servicios sociales y coger como coletilla que han aprobado los presupuestos más sociales de la historia de Getafe, mientras se paralizan las ayudas de emergencia municipales, se recorta la subvención a Cruz Roja que tiene que abandonar proyectos como su centro de atención a la infancia, y las asociaciones de salud se ven obligadas a cerrar servicios porque no pueden mantenerse con el dinero público que reciben. Mientras, se monta un gabinete de crisis por unos delantales y unas limas que hacen quedar en muy mal lugar al Gobierno municipal, pero que apenas tienen trascendencia en el día a día de los ciudadanos. Una vez más la imagen importa más que el trasfondo. La foto por encima del fondo.

Juan Soler ha cultivado sus dos caras con una habilidad digna de los mejores trileros. Buena prueba de ello fueron sus declaraciones ante el caso aparcamientos: públicamente defendió y minimizó la responsabilidad de los funcionarios mientras internamente destituía a la secretaria del Ayuntamiento y pedía en su recurso ante el juez que se imputara a más técnicos. Al final las mentiras en la política no se pagan y los políticos están por encima de la verdad. Hasta ahora

 

 

Raquel González - Directora Getafe Capital