Aguirre buscó arroparse por los suyos en Getafe

Aguirre bajó del coche y una marabunta de periodistas se abalanzó sobre ella. Con codazos, aprisionando a la expresidenta, que (afortunadamente) ya había bajado del coche y buscando la primera declaración después de su incidente con el agente de movilidad. Esta vez no quiso hablar. Ya lo había hecho bastante. Huyó rápidamente de la calle donde una docena de personas la increpaban con sendos carteles pidiendo su dimisión y se adentró en el teatro García Lorca: allí el tono cambió. Vítores, aplausos… la expresidenta estaba en su salsa. Y Juan Soler a su lado, eufórico, encendido. Subió al escenario el primero con la música de We are the champions de Queen sonando en los altavoces. Ojo a la elección de las canciones para presentar a cada uno de los mitineros: no tiene desperdicio. Santiago Fisas subió con el Europe’s living a celebration de Rosa y Aguirre se reservó el Dancing Queen de ABBA.

En el teatro se vislumbraba buen ambiente para asistir a este mitín preeuropeo sin candidato del PP. Aunque no hubo lleno absoluto. Es lo que tienen las prisas. En realidad, Aguirre quiso mandar un mensaje: sigo teniendo a mi gente. Alcaldes de pueblos del sur, portavoces de la oposición donde el PP no gobierna, y militantes varios que apresuradamente se enteraron de que Aguirre venía a Getafe. No todos. Hubo algunos a los que no avisaron, a pesar de haber ostentado durante años la presidencia del PP de Getafe y de haber sido candidato a la Alcaldía. Quizá Soler considere que hay que deshacerse del pasado, pero su actitud molestó a unos cuantos.

Aguirre brillaba como una estrella entre los gritos de «guapa» y «eres la mejor» que le lanzaban desde la platea algunas asistentes. Ahora que como dijo «soy una persona normal y tengo una vida alejada de la política», la expresidenta trató de empatizar con los ciudadanos: «Muchos no entienden nada de lo que decimos y hacemos los políticos. Hay que romper esa burbuja en la que viven muchos políticos», aseguró. Nada de hablar de su incidente con las fuerzas de seguridad, faltaría más.

Se felicitó de poder venir por primera vez a Getafe sin que gobiernen los socialistas. «Se pensaban que Getafe era el cortijo privado de una familia». Y Juan Soler se llenó de gozo cuando su presidenta le felicitó por «como lo estás haciendo. La próxima vez, tendremos mayoría absoluta».

Soler y los socialistas
Juan Soler se gustó. Estaba en su terreno, con su gente, así que aprovechó para hablar… de los socialistas. Que si Zapatero, que si Elena Valenciano, que si Tomás Gómez, incluso habló del anterior gobierno socialista de Getafe al que acusó de «mafioso»  y de no hacer «nada en los últimos 12 años». No perdió la oportunidad de hablar de los concejales socialistas que «están procesados. Y creo que no serán los últimos, desgraciadamente», en un ejercicio de clarividencia sobre lo que va a hacer la jueza que lleva el caso que a una mente malpensada le llevaría a sospechar.

Y claro, vendió su mensaje: la reducción del gasto político. «Yo no voy con ese coche que llevaba Pedro Castro que valía 120.000 euros, el mismo que tiene Angela Merkel». Soler lo malvendió por 11.500 euros. Y «hemos reducido a la mitad los asesores, que además son de más calidad». Al resto, los meten en las empresas municipales. O «hemos aumentado el gasto social de 6 a 8,5 millones», algo que no acaban de ver las asociaciones de salud que lo están pasando francamente mal. Claro que Soler se considera «el alcalde de todos los getafenses, no solo los del PP». Ya dijo esa frase Pedro Castro un mes antes de perder las elecciones.

Santiago Fisas era el convidado de piedra de un acto en el que, ya que la excusa era la campaña europea, al menos había que llevar a un eurodiputado como él. España, España, España… repitió hasta la saciedad este catalán que se dedicó a hablar… de Cataluña. Una Cataluña española, eso sí.

¡Ah! Del candidato no se habló… únicamente para bromear que a lo mejor Rajoy debería esperar al último día, que a Elena Valenciano, la candidata del PSOE le pone nerviosa no saber quién es. Y a los votantes del PP también les debe parecer muy divertido que a un mes y medio de las elecciones aún no se conozca candidato. Hay que ver lo en serio que se toman estas elecciones, mire usted.

Y ahí se acabó. Aguirre dio esquinazo a los periodistas y a los pocos manifestantes que aún la esperaban en la puerta para increparla, y salió por la puerta de atrás. Fin de la cita.

 

 

 

 

 

 

Raquel González - Directora Getafe Capital

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