“En drogas, había que afrontar la edad crítica de los 14 años»

_MRU2042

El CAID trata a más de 700 personas al año, pero su éxito es la prevención, con un programa estrella: Objetivo 0,0.

El mismo día que un dependiente acude al centro se le atiende y en un máximo de 3 días se inicia el tratamiento con él. Es uno de los compromisos de calidad que el Centro de Atención Integral a las Drogodependencias lleva a rajatabla. “Al drogodependiente o le coges cuando te viene con ganas o no le coges”. Antonio Padrino es el director de este centro, que desde el año 1988 trata de prevenir primero, y tratar después, los problemas de adicción.

La calidad es el leit motiv que defiende Padrino. “Prestar una asistencia personalizada y de calidad significa para nosotros que cada paciente es el centro de nuestra atención. Queremos ser un servicio público de excelente calidad”. Con esa premisa, ha creado un equipo de más de 25 personas a su alrededor volcado con nuevas ideas y proyectos que trabajan codo con codo para convertirse en una referencia nacional.

Anualmente atienden a más de 700 personas “y a sus familias y parejas”, que vienen con problemas de adicción. “La gran mayoría, entre 450 o 500, son por problemas con la cocaína a las que se puede añadir en muchos casos el alcohol. No solo con un uso de ocio, sino también profesional. Han cambiado los perfiles de los adictos”, asegura Padrino. Lo importante, es el tratamiento integral, que abarca “todos los aspectos, porque no es una conducta pequeña: tiene que ver con lo físico, lo psíquico y lo social”. Trabajadores sociales, psicólogos, médicos… trabajan al unísono para en dos semanas tener elaborado el diagnóstico y el plan terapéutico para tratarlo. “Siempre con procesos que están diseñados según cada caso”. Aún mantienen a 180 personas “con metadona, que hace años que no consumen, pero que siguen con su tratamiento, como aquél que es diabético y necesita la insulina”.

Los pacientes vienen derivados por centros de salud o por los propios familiares, y cada vez funciona más “el boca a boca. Incluso nos están viniendo de otras poblaciones”. Los resultados positivos son palpables. “El año pasado tuvimos un 80% de altas de tratamiento”, de las que se mantiene durante dos años un seguimiento.

La edad crítica, los 14 años
Le llaman a conferencias, le preguntan por la incidencia y por cómo Getafe ha sabido dar la vuelta a las estadísticas en cuanto a consumo temprano de drogas y alcohol se refiere. Antonio Padrino decidió en determinado momento tomar una determinación. “Los programas que estábamos desarrollando no tenían resultados visibles y podíamos optar por no cambiar nada, dejar de hacer lo que hacíamos o arriesgarnos y emprender un nuevo proyecto”. Optó por la tercera vía. Así nació Objetivo 0,0. “Necesitamos planes estratégicos. A los políticos se les llena la boca con palabras como calidad o eficiencia, pero son palabras vacías”. En el CAID las han convertido en realidad.

La encuesta que cada dos años elabora el Plan Nacional de Drogas arrojaba datos preocupantes. “En 2008 en España el 58% de chavales consumía alcohol; en 2010 sube al 63% y en 2012 alcanza el 74%”. Datos que demostraban que estaban fallando las medidas tomadas.
“El salto más importante se da entre los 14 y los 15 años”. Hay un incremento del 10 al 30 % en tabaco, y en alcohol del 21 al 44% en ese año crítico. “En lugar de charlas en las que parece que salen muy concienciados: ‘No hay que fumar’, ‘No hay que beber’, pero luego llegan los 14 o 15 años y consumen. Decidí que había que afrontar esta edad. Quito todos los programas anteriores y comenzamos un proyecto totalmente nuevo”. Se decide actuar entre los 13 y los 16 años y “desde todos los ámbitos”. A nivel escolar se hacen talleres de cuatro sesiones sobre programas de tabaco, alcohol, porros… y “se hacen equipos de trabajo para realizar un poster o vídeo que participan en un concurso con buenos premios. Se apuntan casi todos”. En la elaboración de estos proyectos se conciencian e interiorizan los mensajes. Participan el 98% de los institutos, tanto públicos como concertados. Con las familias, además de entregarles en 1º de ESO la guía ‘10 pasos para ayudar a sus hijos a afrontar el desafío del alcohol y las demás drogas’, han creado cursos sobre este tema.

Para el tiempo libre, han creado el programa Objetivo 0,0. Viernes y sábado, “a las horas que podrían hacer botellón, les llenamos de actividades. También somos referencia en redes sociales, tenemos incluso una aplicación con alertas  para el móvil. Si no llegamos a los chavales no sirve de nada lo que se haga”. Las tres educadoras sociales interactúan con los chicos a través de redes sociales, actualizan los contenidos de la aplicación y de la web. “Tenemos que estar en los entornos de los chavales”. El programa Objetivo 0,0 tiene un presupuesto de 158.000 euros, que subvenciona en un 70% el Plan Nacional de Drogas.

Las propias educadoras tienen un programa de detección precoz, de acuerdo con la policía. “Si se pilla a alguien con cannabis o bebiendo en un botellón, se nos avisa, y nos encargamos de hablar con la familia. Hacemos una intervención temprana muy efectiva”. De hecho, el programa de prevención está dando resultados. “Decidí hacer la misma encuesta en Getafe. Si en 2010 rondábamos la media de la Comunidad (58% de consumo) en 2012, tras implantar el programa habíamos bajado al 47%, mientras en la región era el 72%”. Los datos que está esperando de la encuesta de 2014 aventuran mejores resultados.

Innovando en Objetivo 0,0
No se llega a los jóvenes si no hay una propuesta atractiva. Y tampoco se llega a las familias si no se hacen las actividades en un entorno abierto. Y para unos y otros es este Objetivo 0,0 que trata de ‘ocupar’ espacios públicos, plazas, calles… ofreciendo actividades atractivas para concienciar de que “lo normal es el consumo cero de alcohol en jóvenes. Tenemos una mentalidad permisiva, en la que creemos que es normal que los chavales consuman alcohol, pero eso no es así”.
A las sesiones de zumba, se suman actividades como la olimpiada alternativa, con “fútbol 3×3, voley 3×3 con arena de playa, carreras de balance bike que haremos en la Cibelina entre los pinos, lucha air-bots, rocódromo, carrera de obstáculo con relevos, lucha láser en un laberinto, piragüas, sesiones lights en Mr. Black/Tropic Costa…”. Pero la estrella serán los zombies en la noche del 9 de mayo…

Raquel González - Directora Getafe Capital