Me falla la memoria: ¿envejecimiento o demencia?

memoriaDebido al aumento de la esperanza de vida, y por tanto el aumento de la población de personas con más de 65 años, estamos asistiendo a un incremento considerable de patologías degenerativas propias de pacientes con edad avanzada.

Con el paso de los años, nuestro cerebro, al igual que cualquier otro órgano de nuestro cuerpo, comienza a deteriorarse, observándose la presencia de ciertas dificultades desde el punto de vista cognitivo. Aunque la queja principal sean los fallos de memoria, con la edad también aumentan los despistes, se pierde capacidad de concentración, se observan dificultad para tomar decisiones, y en general nos volvemos mentalmente más lentos. A menudo estas dificultades se aprecian con mayor intensidad tras la jubilación ya que muchas personas reducen su actividad de forma drástica.

Sin embargo, esta afectación cognitiva no es ni mucho menos global, ni afecta de la misma manera a todas las personas.

En ocasiones estos signos de envejecimiento normal se vuelven más intensos y recurrentes pudiendo limitar las actividades de la vida cotidiana. ¿En qué momento debemos preocuparnos? Algunos aspectos que debemos tener en cuenta son:

  • Aumento del número de despistes
  • Fallos importantes de memoria, sobre todo cuando la persona debe recordar hechos recientes
  • Dificultades en las actividades de la vida cotidiana que antes no suponían un problema
  • Apatía
  • Disminución o incluso pérdida de interés de las actividades sociales
  • Estado depresivo, ansiedad, cambios repentinos de humor, irritabilidad, etc…
  • Dificultades de orientación
  • Dificultades para encontrar palabras
  • Cambios a nivel del comportamiento

Estos síntomas constituyen los que se ha venido llamando Deterioro Cognitivo Leve. Entendemos por deterioro cognitivo leve el estado en el que se produce una perdida cognitiva superior a aquello que consideramos normal pero que no nos permite hablar de demencia. Algunos autores consideran este estado como la fase inicial de una demencia.

Con frecuencia estos síntomas pueden confundirse con una depresión. Es por tanto conveniente consultar con profesional que podrá realizar un diagnostico preciso y proponer así un tratamiento farmacológico y/o no farmacológico adecuado. Realizar un diagnostico precoz del deterioro cognitivo leve, es importante ya que los estudios llevados a cabo hasta el momento, sugieren que un porcentaje elevado de personas que sufren un deterioro superior al normal para la edad, podrían desarrollar una demencia en un periodo de 5 años.

Los especialistas proponen una serie de pautas que pueden ayudarnos a mantener nuestro cerebro en forma:

  • Llevar una vida ordenada
  • Mantener una actividad física y mental de forma constante
  • Favorecer la lectura
  • Participar en actividades asociativas o de voluntariado
  • Mantener las relaciones sociales
  • Cuidar la alimentación
  • Participar en el cuidado de los nietos

Las personas que se mantienen activas, suelen sentir en menor medida los síntomas del envejecimiento.

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Redacción Getafe Capital