Diez gestos corporales que te ayudarán a comunicarte mejor

GETAFE/Rincón psicológico (07/06/2017) – La comunicación no verbal aporta más del 70% del mensaje que transmitimos, es más importante cómo transmitimos un mensaje ya que puede apoyar o anular el mensaje en sí mismo. Las redes sociales anulan el mensaje no verbal y dejan el mensaje abierto a la interpretación de quién lo lee, para reflejar la comunicación no verbal tenemos los emoticonos que refuerzan, enfatizan y dan sentido al mensaje que queremos transmitir.

¿Alguna vez han interpretado mal tus mensajes? ¿Has tenido malentendidos por la forma de decir las cosas? En un mundo cada vez más digital es fundamental trabajar los gestos, el tono y las expresiones faciales y corporales ya que la práctica nos ayuda en muchos casos a consolidar este aprendizaje. Es importante tomar conciencia de nuestra comunicación no verbal para manejarla lo mejor posible y aprender a interpretar correctamente lo que expresan los demás.

Aquí algunas claves para entenderla:

  • Tono de voz: Cuando hablamos, el tono de voz da sentido a nuestras palabras, hablar demasiado alto indica agresividad y provoca rechazo en los demás, un tono demasiado bajo indica un mensaje laxo, es importante subir y bajar ligeramente el tono para enfatizar el mensaje y mantener atento a quien nos escucha.
  • El ritmo cuando hablamos: un ritmo lento puede aburrir y perder el hilo del mensaje a quien nos escucha, hablar demasiado rápido muestra estrés y dificulta que nos entiendan.
  • Mirada: mantener la mirada directamente expresa sinceridad, pero hacerlo durante demasiado tiempo puede incomodar a nuestro interlocutor, incluso resultar desafiante. Mirar a los ojos y asentir de forma intermitentente es la forma más adecuada de mantener la atención y reforzar el mensaje positivamente.
  • La sonrisa: La especie humana es la única en la que enseñar los dientes tiene un significado amistoso. Sonreír es el gesto facial que muestra apertura, actitud de escucha, evidentemente, tiene que ir en consonancia con un mensaje positivo que estemos transmitiendo.
  • Otras expresiones faciales: Arquear las cejas, fruncir el ceño, apretar los labios o los dientes, muestran una actitud negativa hacia el mensaje ya sea por parte de quien lo emite o quien lo escucha.
  • El uso de las manos ayuda a reforzar el mensaje, algunos gestos dan énfasis, apoyan nuestras palabras. Demasiados aspavientos confunden y distraen a nuestro interlocutor.
  • Los brazos: quizás uno de los gestos más conocidos de la comunicación no verbal es cruzar los brazos y las piernas, son posturas cerradas que indican rechazo hacia lo que estamos recibiendo, es una forma de protección. Dejar los brazos caer de forma natural es la manera neutra de comunicación y podemos apoyarlos ligeramente sobre la mesa, si disponemos de ella.
  • El cuerpo debe estar lo más relajado posible cuando nos comuniquemos, no cruzar las extremidades, si estamos sentados puede ayudarnos disponer de una mesa que nos sirva de protección y evitar sentirnos expuestos, evitar recostarse en la silla o inclinarse demasiado hacia delante.
  • La postura hay que mantenerla erguida, con la espalda recta que nos de presencia al hablar, evitando tanto curvarse como las posturas rígidas que nos alejen de nuestro interlocutor.
  • Los movimientos: Tanto el exceso del movimiento como su ausencia genera poca fiabilidad, debemos buscar movimientos naturales que apoyen la energía del mensaje.

Los mensajes faciales y corporales funcionan como un espejo, es decir si comunicamos con una sonrisa, postura abierta y mirada atenta es mucho más probable que recibas esos mismos gestos de tu interlocutor, ya que de manera natural tendemos a adaptarnos y “copiar” los gestos de la otra persona

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Redacción Getafe Capital