Con todo respeto

Foto: elbercial.com

GETAFE/El rincón del lector (13/07/2017) – Llama la atención que, cada vez que se hable de un asunto de connotaciones religiosas, haya que explicitar el respeto que se profesa por esa religión y sus seguidores; es lo que el maestro Miguel Ángel Aguilar denomina «los gritos de rigor». En este caso, y siempre desde el respeto, hablamos de la mezquita del barrio de las Margaritas.

Vaya por delante que, desde mi ateísmo convicto y confeso, siempre defendí el derecho a la Libertad de Culto, como una opción íntima y legítima de cada persona, siempre que no se emplee ningún recurso público en su ejercicio y, desde una óptica laicista con pretensiones de objetividad, daría igual la confesión cristiana, musulmana, judía, brahmanista, rastafari o cualquier otra, única verdadera para sus fieles, de que se tratase.

También hay que añadir otro elemento a la ecuación: con diferentes palabras y términos más o menos literales, la mayoría viene a coincidir en que «su reino no es de este mundo», como justificación para acatar las leyes civiles o penales según convenga, o conculcarlas amparándose en no sé qué preceptos divinos.

El caso de la controvertida, desde hace bastantes años, mezquita ubicada en la calle Dr. Barraquer del barrio de Las Margaritas, cumple la premisa de no dedicar recursos públicos (no por decisión consciente, sino porque no se los han concedido) pero, siendo un local comercial situado en los bajos de un edificio de viviendas, no cumple los requisitos de altura, superficie y seguridad para el desarrollo de concentraciones humanas y, además, habiendo varias denuncias de vecinos del inmueble incidiendo en esos puntos.

Si, como es el caso, las inspecciones de los técnicos municipales han constatado sus irregularidades y aconsejado su cierre, el Gobierno municipal no tiene más alternativa que su clausura.

A nadie gustaría comprobar cómo, los ahora defensores a ultranza de mantener abierta la mezquita, se lanzarían feroces contra la yugular municipal si sucediera una desgracia que nadie desea, invocando la obligación de la administración de velar por la seguridad de sus administrados.

Si sus fieles entienden que debe existir una mezquita en Getafe, que así sea pero observando un seguimiento estricto de las normas que regulan este tipo de instituciones. Todo lo demás es ruido y demagogia para desgastar al Gobierno municipal, proveniente, en muchos casos, de grupos a los que no les interesa una convivencia sana y en paz en Getafe o, incluso, de colectivos de peligroso matiz islamófobo

Redacción Getafe Capital

3 Comments

  1. Nico Flores

    14 julio, 2017 at 8:57

    Estoy como loco esperando el artículo que denuncie el machismo descarado y militante del sector salafista de Al Falah. Tanto denunciar micromachismos que espero que a los defensores de conveniencia de la existencia de una mezquita en un local comercial, los de Ahora Getafe que han corrido hasta la asfixia para ponerse en la foto, no se les pase denunciar los Macromachismos de los dirigentes de ese colectivo.

  2. Marcelino Martin soria

    13 julio, 2017 at 18:13

    Es dificil reunir mas vaciedades tronitonantes, naderias enfaticas, contradiciones, atropellos a la razon y burlas a los ciudadanos que las que va apelotonando desde este Ayuntamiento. Entre la mano inzquierda en tratar el tema de operarios de limpiezas expulsados, la falta de inversion en instalaciones deportivas, etc. etc, ahora el ridiculo con el intento del cierre de la mezquita. Pero si todos los votantes pensaran un poco, el PSOE deberia observar una minima regla de pulcritud intelectual en sus decisiones.

  3. jose valentin ramirez

    13 julio, 2017 at 17:33

    Comparto la reflexión. Creo, no obstante, que al Ayuntamiento le ha faltado mano izquierda y comunicación. Para otros, no han perdido la oportunidad de «caña al mono» para convertir un problema de «seguridad» en un problema de racismo.. confundiendo además raza y religión. Yo soy agnóstico, tengo miedo de ser ateo. No tengo claro este tema para expresarme. Pero si sé que si hubiese sido una capilla del OPUS hubiera puesto «el grito en el cielo» 😉 por haberse mantenido la irregularidad tanto tiempo. Pedimos que nuestras instituciones sean laicas. Pero exigimos al ayuntamiento que de solución al problema.