No llego ni de coñO

¿Una huelga qué..?

GETAFE/Akelarre (10/02/2018) – El Akelarre está de carnaval, lo reconozco, este fin de semana es mi favorito y solo estoy pensando en ver cómo mezclo el morado y el negro para disfrazarme mañana y salgo a la calle..;)

Podríamos hablar del fatídico “San Valentín” o del machismo en el carnaval, por cierto os recuerdo el decálogo para unas fiestas sin agresiones machistas también sirve para esta fiesta, pero estamos a un mes para la huelga feminista del próximo 8 de marzo y hay que entrar en materia.

¿Una huelga qué..?

Sí, como leéis, una huelga feminista. Una huelga de las mujeres, una huelga desde nuestra diversidad, interseccionalidad, es decir, a mujeres, bolleras y trans, no a más gente. Y esta huelga no es una huelga como las que conocemos de otras ocasiones centradas en el plano productivo (empleo remunerado), sino que es una huelga de consumo (no compramos), de cuidados (nada de hacer la comida ni la cama) y a la que se suman las estudiantes de todos los niveles.

Y decía que no es una huelga al uso porque nos llama a las mujeres a parar de esa gymkana diaria que sorteamos día tras día en todos los espacios de nuestras vidas. Ser mujer, blanca, negra, gitana, bollera, hetero o trans es agotador. Las violencias están en nuestro día a día, convivimos con ellas, y muchas en silencio, pero se acabó.

Esta huelga feminista tiene un potencial transformador tremendo, ya que nos llama a parar y descargar el saco de piedras que llevamos encima y que sean otros quien lo cargue durante un día, para que entiendan la necesidad de repartir el peso. ¿Y cómo son esas piedras?

Esas piedras son invisibles, nadie las ve, ni las valora, pero hacen que sostengan nuestras vidas, los cuidados es la parte de la gymkana más desagradecida ya que no tienen valor ni económico ni social.

Nos pasamos el día con una carga mental que solo nosotras podemos llegar a ver, esto es el estar pendiente del ‘hay qué…’ y que no sé muy bien dónde se decidió que tenemos que ser SOLO nosotras quienes estemos pendientes de ello.

-Llevar a las peques al cole, apúntalas a las extraescolares.
-¿Qué hago de comida?, joder no hay leche para mañana, hay que ir a comprar, no se han fregado los cacharros (o puesto el lavavajillas).
– El miércoles médico, que no se nos olviden las pastillas.
– Tus llaves están en la mesa del salón, ya he recogido tu paquete de correos, ponte esta ropa, saca la basura.

Podríamos decir que nuestras ojeras y agotamiento vienen de hacer dos cosas a la vez y mientras pensar cinco. Si a esto que ya es agotador de por sí le sumamos, los trabajos de mierda que tenemos, las violencias y babosadas que tenemos que escuchar diariamente y además el papel de sumisión y la sonrisa con la que esperan que respondamos a esta gymnkana para no parecer unas histéricas feminazis odia hombres, pues que queréis que os diga, creo que tenemos suficientes razones como para que el próximo día 8 de marzo decidamos parar.

El otro día leía en un artículo sobre la huelga que una compañera decía nosotras no vamos a valorar el éxito de la huelga si se paralizan tantas fábricas, porque la mayoría de nosotras no estamos en las fábricas. Estamos en otro montón de sitios, en el sector de los servicios, en los cuidados” y es que esta huelga no es solo un parón para conseguir X derechos, esta huelga tiene como objetivos removernos a todas y a todos y que seamos conscientes de la importante y necesaria transformación que tenemos que llevar a cabo en todos los espacios de la vida y además a partir de ella comencemos a llevarlos a cabo.

Viendo la vida en rojo y morado, militante del PCE y de IU