Infestados de carcoma

GETAFE/La piedra de Sísifo (29/01/2019) – La carcoma es un parásito de la madera que produce graves daños de forma oculta, casi imperceptible, hasta que el daño es irreparable. Se trata de un insecto, de la familia de los escarabajos pero de muy poco tamaño que se alimenta de madera seca, conde va construyendo galerías que, si no son tratadas con un producto específico, terminan por dejar hueca la viga o el mueble de que se trate, que terminará colapsando entre polvo de serrín. Conviene vigilar las piezas de madera buscando los significativos orificios por donde penetró la carcoma, observar la aparición de pequeños montoncitos de serrín o, en el silencio de la noche, escuchar el sonido característico que hacen al roer la madera, que también es una llamada para las hembras, y dejarlo todo perdido de huevos. Si descubres cualquiera de estos síntomas, aplica urgentemente un producto xilosanitario o despídete de ese mueble, viga o elemento contaminado.

¿Por qué te estoy contando esto? Porque la Sanidad Pública Madrileña está gravemente infectada y carcomida por una subespecie de carcoma (Popularae Trileris), que lleva décadas royendo y royendo, a la vez que usa el serrín producido para construir un aglomerado con que elaborar otros muebles, cada vez más grandes, aparatosos y coloristas, llamados Sanidad Privada Madrileña. Hablemos con números:

En los últimos 10 años, ahora que se lleva tanto, el presupuesto madrileño de Salud se ha incrementado de 6.485 millones en 2007 a 7.606 en 2017 (último ejercicio completo del que hay datos). Mira qué bien, dirás, han incrementado el presupuesto en más de 1.100 millones. Sí, pero no.

Si ponemos el foco en el Hospital Universitario de Getafe, centro de referencia del Área X, hemos pasado de 600 camas a 400 y de una plantilla de 2.700 profesionales a 2.100. ¿Cómo es posible? Por culpa de la carcoma. Ahora bien, ya hay algún lector cargando el arma: No has contado con el Hospital Infanta Cristina de Parla. Pues sí lo he contado y ese es un agujero digno de estudio, porque es un hospital público pero su gestión es privada, es decir, ejercida por una empresa y, como todo el mundo sabe, las empresas están para ganar dinero. Eso se traduce en que atiende (y cobra por ello) todas la patologías que le llegan pero, en cuanto aparece alguna de difícil (o costoso) tratamiento, es misteriosamente derivada al hospital de referencia, el de Getafe, que además tira de las arcas públicas y sobrecarga con más trabajo el centro al que debería descargar.

Han sido ya varios los intentos de semiprivatizar (o privatizar del todo) el Hospital Universitario de Getafe, algo así como la joya de la corona del Área X, pero no se lo hemos permitido. Como consecuencia aplican el método que llevan usando 20 años, reducen sus prestaciones, su personal y su presupuesto con la intención de causar un deterioro tal en el servicio, que los pacientes estallen, se echen al monte, y se les contente con las bondades de una nueva gestión, ahora sí, privada. Durante varios años, la atención y la dignidad del hospital han sido mantenidas por la profesionalidad y esfuerzo de sus trabajadores, tanto falcultativos, enfermería, auxiliares, administrativos o de apoyo, pero están al borde de sus fuerzas.

Convendría que nos uniéramos para defender un hospital que es nuestro, con una gestión 100% pública, no vaya a ser que vean complicado lo de mantenerse en el poder tras las elecciones de mayo y nos lo privaticen por la vía de urgencia para 15 o 20 años. Ya no es necesario esperar al silencio de la noche para escuchar el “raca-raca” de la carcoma comiéndose nuestra sanidad pública, se oye desde Toledo.

Sed felices.