El abandono de los ancianos: cómo afrontarlo en Getafe

GETAFE/Todas las banderas rotas (10/07/2019) – Me quiero ocupar hoy del abandono de los mayores y sus consecuencias –no la soledad, llamemos a las cosas por su nombre- con la esperanza de que, al menos en Getafe, los munícipes hagan algo para combatirlo. He de confesar que, después de ver lo que los partidos que han conseguido algún puesto en el Pleno de Getafe ofrecen al respecto, mi esperanza se mantiene a duras penas por puro voluntarismo. Veámoslo.

El PSOE dedica su iniciativa 4.2 a la soledad no deseada y en ella ofrece programas para combatirla, formar a personas voluntarias para que hagan labores de acompañamiento y fomentar la conexión de esos programas con otras acciones dirigidas a las personas mayores. Además hace hincapié en su compromiso con el programa de la OMS “Ciudades Amigables con las Personas Mayores”.

Del PP no he podido encontrar su programa, únicamente “las diez medidas estrella de Carlos González Pereira”; la novena de esas medidas dice literalmente: “Nueva residencia, nuevo centro de día en Getafe Norte y nuevos pisos tutelados puestos a disposición de nuestros mayores”.

El programa de Ciudadanos pretende abordar la soledad no deseada mediante “un modelo de atención a las personas mayores que promueva la autonomía y evite el aislamiento social, facilitando la permanencia y arraigo en nuestro municipio”.

Podemos plantea acciones bastante inconcretas como “Generar programas de envejecimiento responsable para evitar los problemas de depresión y sentimiento de soledad derivados de las jubilaciones”; “Apoyar con visitas y acompañamiento a las personas mayores (…) para combatir el problema de la soledad no deseada” o “Colaborar con asociaciones cuyo objetivo sea la lucha contra la soledad”.

En cuanto al programa de Vox no sé de nadie que lo conozca; yo, por supuesto, no.

Lo que plantea Más Madrid-Compromiso con Getafe en cuanto a este asunto se reduce a una frase: “Acabar con el aislamiento y la soledad” sin especificar cómo lo va a hacer.

Así que los partidos getafenses que se sentarán en el Pleno llegan, como mucho, a hablar de “soledad no deseada” cuando, a mi modo de ver, hay que afrontar, además y sobre todo, de manera decidida el abandono que sufren muchas personas mayores. Veamos ahora algunos datos/consideraciones sobre este problema.

El magistrado Joaquim Bosch Grau explica en una entrevista: “Cada vez me pasa más, como juez de guardia, encontrarme con cadáveres de ancianos que llevan muchos días muertos, en avanzado estado de descomposición. No sé si está fallando la intervención social o los lazos familiares. Pero indica el tipo de sociedad hacia el que nos dirigimos”.

El programa de mayores de Cruz Roja recoge que el 60% de las personas mayores de 65 años viven solas, muchas de ellas viven en sentimiento de soledad.

De los escritos de Rafael Bengoa, que ha sido consejero de Salud en el País Vasco donde organizó Osakidetza (Servicio de Salud vasco), director de Sistemas de Salud en la OMS y miembro del equipo de asesores que formó el gobierno de Obama para poner en marcha la reforma sanitaria en EEUU, transcribo lo siguiente: “El envejecimiento de la población en España es firme y rápido. Vivimos más pero con más enfermedades crónicas. Dentro de 15 años habrá un millón de españoles con demencia senil y alzhéimer. Esta cifra únicamente describe un grupo de enfermedades crónicas. Hay muchas más”. “Es necesario añadir más recursos a la sanidad, pero eso no será suficiente. Para enfrentarnos a los enormes retos descritos será necesario además transformar el modelo asistencial para ser más eficientes”. “Conectar el sistema de salud con los servicios sociales es otro de los desafíos. Cuando ambos sectores trabajan juntos el servicio es mejor y más eficiente para todos. ¿Por qué no iniciar ya la integración de ambos sectores tanto desde el punto de vista de la financiación como de la prestación?”.

De lo anterior hemos de concluir que hablamos de un problema que afecta no solamente a las personas mayores, sino a toda la sociedad y, por ende, a los ayuntamientos que son las instituciones que presumen de ser las más cercanas a los habitantes de su territorio. Por tanto, deberíamos preguntarnos: ¿qué se puede hacer desde los ayuntamientos al respecto?

Evidentemente, ningún ayuntamiento puede transformar, por sí solo, el sistema sanitario. Pero sí puede, en mi opinión, plantearse determinadas acciones, a nivel local, que, en la línea planteada más arriba, mejoren la situación sociosanitaria de las personas mayores que, en su territorio, tienen necesidad de ello.

Como lo primero que se plantea cuando se empieza a hablar de instaurar nuevos servicios es su coste, debemos empezar por aprovechar los recursos ya existentes y pensar en acciones que solo requieran inversiones mínimas y, a ser posible, que no precisen nuevas estructuras.

Considerando todo lo anterior, la atención domiciliaria planificada, tal como se contempla en la salud comunitaria, se nos presenta como la herramienta más adecuada. Es cierto que la mayor responsabilidad en su implantación recae en el ámbito nacional y en el de las comunidades autónomas, pero intentaré dar alguna idea sobre cómo puede colaborar en ello un ayuntamiento como el de Getafe.

En nuestra ciudad, como en el resto de España, hay un número indeterminado –pero más grande del que quizá podamos imaginar- de personas, mayores o no, pero principalmente de edad avanzada, que tienen problemas de movilidad u otros que les impide hacer una vida autónoma, es decir, no están en condiciones de hacer por sí mismas las tareas cotidianas de cocina, limpieza, etc.; si a esto unimos, como es muy frecuente, que las viviendas que habitan no reúnen las condiciones necesarias (carencia de ascensor, imposibilidad de moverse con silla de ruedas, etc.), ni siquiera pueden salir a la calle. Y un mal día sufren una caída, pierden el conocimiento o no son capaces de levantarse, nadie se entera y les descubren una semana, un mes o un año después, muertos.

Muchas de estas personas no quieren ingresar en una residencia de ancianos, quieren permanecer en su casa, en su barrio, en contacto con sus vecinos que, en ocasiones, son los que les prestan alguna ayuda. ¿Qué hacer en estos casos?

Es aquí donde los servicios sociales y los servicios sanitarios deben actuar coordinadamente, estableciendo entre ellos una comunicación fluida que permita que ambos conozcan la situación de estas personas y puedan atenderlas cada uno en el ámbito que le corresponda, para lo cual los servicios sociales municipales deberían tener un censo actualizado de las personas mayores que viven solas. Quizá se me diga que dichos servicios no tienen capacidad o medios suficientes para realizar esa labor, por eso la participación comunitaria, mediante las diversas asociaciones de voluntarios existentes, deberían jugar un gran papel en esto.

Hay en Getafe una gran cantidad de asociaciones de mayores y de salud que podrían, bajo la supervisión de los servicios sociales municipales (SSM) que coordinarían el trabajo, comprometerse a hacer y mantener actualizado el censo de personas mayores que puedan necesitar atención sociosanitaria. Los SSM, después de valorar las necesidades sociales y sanitarias de cada una de esas personas, compartirían la información con el Centro de Salud Municipal (CSM) que, a su vez, se coordinaría con los Centros de Salud del Imsalud que hay en (casi) cada barrio.

Así, mediante el fomento de la participación ciudadana, en la que a los Consejos Sectoriales de Salud y de Mayores les cabría una importante responsabilidad, y la coordinación que deberían ejercer, en cuanto a los aspectos técnicos, los SSM, el CSM y las Concejalías concernidas, el Ayuntamiento daría respuesta a un problema real que padecen las personas mayores; porque, aunque quizá no entre de lleno en sus competencias legales, debe obligatoriamente afrontarlo por muchas razones: por respeto, por solidaridad, por fraternidad, por humanidad, por agradecimiento…

Una sociedad que no se preocupa y ocupa de sus ancianos es una sociedad egoísta y sus miembros están condenados a la ingratitud y al desprecio, es decir, a ser pagados con la misma moneda. Lo mismo debe decirse de los Ayuntamientos.

2 Comments

  1. José Jiménez

    13 julio, 2019 at 11:02

    Siento que no te hayas leído el programa de Más Madrid – Compromiso con Getafe,porque la mayor parte de las soluciones que planteas en tu escrito aparecen.
    Me da mucha pena la gente que escribe haciendo que se ha documentado y no habiéndolo hecho. Muy mal Antonio Calvete

    • Antonio Calvete

      15 julio, 2019 at 15:24

      Respuesta a José Jiménez:
      Te agradezco mucho que hayas dedicado algo de tu tiempo a leer mi artículo.
      Tienes razón en cuanto a que no pude leer el programa de Más Madrid-Compromiso con Getafe; lo busqué pero no lo encontré, espero que comprendas que no soy periodista ni documentalista, reconozco también mi poca competencia en el manejo de Internet, así que estas razones son las que me impidieron documentarme mejor. Lo que me gustaría que admitieras es que, aunque siempre procuro documentarme lo mejor posible, en esta ocasión no lo he conseguido, pero no ha habido por mi parte intención dolosa de ningún tipo.
      En todo caso, ahora que sí he leído las propuestas que el programa de Más Madrid-Compromiso con Getafe dice respecto a las personas mayores, permíteme decirte que se refiere a la soledad de los mayores y a otras cuestiones –y lo hace mejor que otros- pero no aborda el problema que planteo en mi artículo: el abandono de las personas mayores que va mucho más allá que lo que abarca el concepto de soledad.
      Antonio Calvete