La UNRWA y los genocidas del pueblo palestino

GETAFE/Todas las banderas rotas (01/02/2024) – La UNRWA no es una ONG, es una agencia de la ONU que, desde 1948, se ocupa de suministrar alimento, educación y salud a los palestinos, servicios que, según las leyes internacionales, debería dar Israel como potencia ocupante que es. Actualmente atiende en la franja de Gaza a más de un millón y medio de refugiados en ocho campamentos, 276 escuelas con 290.000 alumnos, dos centros de formación profesional y 22 de atención primaria. Tiene unos 30.000 trabajadores, 13.000 de los cuales están en Gaza, y de estos, 152 han muerto desde el 7 de octubre de 2023 como consecuencia de la desproporcionada e indiscriminada represalia israelí.

El viernes, día 23, la Corte Internacional de Justicia, respondiendo a la denuncia planteada por Sudáfrica, determinó que hay suficientes datos para investigar a Israel por genocidio. Ese mismo día Israel publicó una denuncia acusando a doce trabajadores de UNRWA de participar en el atentado perpetrado por Hamás el pasado 7 de octubre contra Israel. También ese mismo día el comisionado general de UNRWA comunicó que ya había despedido a los doce acusados y que la ONU abría una investigación para conocer toda la verdad.

Pero, antes de conocer esa verdad (quizás no tenía mucho interés en conocerla), Estados Unidos hizo saber que suspendía su aportación a la UNRWA de forma inmediata. Y, siguiendo la voz de su amo, Alemania, Francia, Países Bajos, Finlandia, Italia, Reino Unido y otros varios países se unieron rápidamente a esa iniciativa. Así, Israel conseguía, con la inestimable colaboración de su amigo y socio, relegar a un segundo plano la atención de los medios y del público en general sobre la decisión de la Corte Internacional de Justicia que, entre otras cosas, ordenaba a Israel que evitara la muerte de civiles palestinos inocentes. España, por el momento, ha anunciado que mantiene su apoyo a UNRWA, también el económico; esperemos que aguante la presión que, sin duda, le llegará.

La pregunta que conviene hacerse es: ¿basta una acusación de parte (Israel) que, al menos hasta ahora, no ha sido probada, para tomar una decisión tan drástica que pone aún más en riesgo a una sola de las partes en conflicto? Pero, aun en el caso de que llegara a probarse que diez o doce miembros de la organización han cometido el delito de que se les acusa, ¿es justo represaliar a toda ella y, consecuentemente, a todos los habitantes de Gaza? ¿No sería lo justo investigar, llegar al conocimiento de la verdad mediante procedimientos legales y, si la acusación de Israel resulta ser cierta, castigar a los culpables, y solo a los culpables? En realidad es otra forma de castigo sobre los gazatíes que verán como la escasísima ayuda que les llega, se reducirá aún más.

Pero siendo lo anterior –el sufrimiento añadido que habrán de soportar los habitantes de Gaza- lo más importante, quiero apuntar otro aspecto que me parece necesario resaltar: los causantes de ese sufrimiento añadido, es decir, Estados Unidos y todos los que le han seguido, se hacen cómplices del genocidio.

Y es en este punto donde, inevitablemente, hay que señalar a la tantas veces nombrada “comunidad internacional”. Sostengo, como ya hice en un artículo anterior y como se contempla en todos los tratados internacionales sobre la guerra, que un Estado democrático tiene derecho a defenderse ante cualquier agresión pero, ni ese derecho es ilimitado, ni, en ningún caso, puede ejercer la venganza y el exterminio que es lo que Israel está llevando a cabo. Por eso, la  comunidad internacional y sus instituciones –ONU, Unión Europea, Consejo de Europa, etc.- no deben mirar para otro lado o ponerse de perfil; por el contrario, han de exigir a Israel que pare de inmediato el genocidio que está provocando y deben poner los medios para que ello ocurra. Si no lo hace, si no pone todos los medios de los que dispone para parar la masacre, también la comunidad internacional y sus instituciones serán cómplices de lo que está ocurriendo en Palestina.

Porque la UNRWA es una organización que tiene por misión defender y ayudar a un grupo de seres humanos perseguidos, sometidos a unas condiciones de vida indignas y degradantes y que están en riesgo cierto de morir, la ONU, la UE, el C de E, han de cumplir y hacer cumplir lo que figura en sus estatutos o tratados de constitución: el respeto de la dignidad y la vida de todos los seres humanos.

No caben excusas por parte de Israel ni de los que le apoyan o se ponen de perfil: todos los tratados internacionales dicen que bajo ninguna circunstancia se pueden bombardear hospitales ni ambulancias pero Israel lo está haciendo, incluso envía comandos que penetran en los hospitales para llevar a cabo ejecuciones extrajudiciales; la excusa de Israel es que Hamás utiliza a los civiles como escudos humanos, lo que, aunque fuera cierto, no justificaría las barbaridades que está cometiendo. ¿Cuál es la excusa de la comunidad internacional para, con su pasividad, seguir apoyando el genocidio?