Diseñar y cuidar jardines junto a piscinas mejora el entorno exterior

GETAFE/Varios (20/06/2025) – El diseño de jardines en áreas con piscina ha ganado relevancia en proyectos residenciales y turísticos. Estos espacios combinan funcionalidad y estética, proporcionando un entorno más agradable para disfrutar al aire libre. El equilibrio entre vegetación, estructura y acceso al agua requiere una planificación precisa, adaptada al clima, al uso del área y al estilo del entorno.

Una de las claves está en coordinar el mantenimiento de jardines y piscinas. Este tipo de zonas necesitan atención regular para conservar la limpieza, la seguridad y la armonía visual. Las plantas deben elegirse considerando su resistencia a la humedad, su bajo requerimiento de riego o poda, y su compatibilidad con el tránsito de personas. También es importante evitar especies que pierdan hojas con frecuencia, ya que pueden ensuciar la superficie y aumentar la carga de trabajo de limpieza.

El diseño paisajístico cerca del agua prioriza especies resistentes al sol, al cloro y al salpicado. Las opciones más comunes incluyen arbustos bajos, gramíneas ornamentales, plantas tapizantes y palmeras pequeñas, que generan sombra sin comprometer la visibilidad ni ensuciar la zona. El césped también debe seleccionarse con criterios de resistencia al uso y facilidad de cuidado.

Además de las especies vegetales, el diseño contempla elementos como senderos de piedra, decks de madera tratada, iluminación exterior y zonas de descanso. Estas adiciones mejoran la funcionalidad y el tránsito, sin dañar el césped ni interferir con los sistemas de riego o drenaje. También favorecen la seguridad, al reducir superficies resbaladizas o mal iluminadas.

El sistema de riego es otro componente esencial. La instalación debe estar pensada para evitar el exceso de humedad cerca del borde, lo cual puede dañar estructuras o provocar filtraciones. Los sistemas por goteo o riego localizado son preferibles frente a los aspersores, ya que minimizan el desperdicio y evitan que el agua se mezcle con la del vaso de la piscina.

El mantenimiento no solo implica cortar el césped o podar arbustos. Requiere una gestión integral del espacio, que incluye fertilización controlada, monitoreo de plagas, limpieza de hojas, y control del crecimiento de raíces. En piscinas cercanas a árboles, puede ser necesario instalar barreras radiculares para evitar daños en cañerías o pavimentos. También es importante revisar periódicamente los bordes, para evitar que las raíces levanten o agrieten las terminaciones.

“Cuando se trata de espacios comunes, como en hoteles, clubes o complejos de viviendas, la planificación debe considerar el tránsito frecuente, los horarios de uso y la necesidad de que el entorno esté siempre en condiciones óptimas”, explican desde Jardinería Ruizor. En estos casos, contar con un equipo profesional que se encargue del cuidado continuo resulta fundamental.

También hay una dimensión estética que no debe descuidarse. Un jardín bien diseñado actúa como marco visual, contribuyendo a generar una sensación de orden y calidad. Las combinaciones de colores, alturas y texturas, junto con una iluminación adecuada, pueden transformar por completo la percepción de un espacio exterior.

Mantener jardines junto a piscinas es una tarea que requiere conocimiento técnico, herramientas adecuadas y seguimiento constante. No se trata únicamente de mantener el aspecto visual, sino de asegurar que el entorno cumpla su función con seguridad, eficiencia y durabilidad.

Con un diseño apropiado y un mantenimiento regular, las áreas verdes pueden convertirse en uno de los puntos más valorados de una vivienda o establecimiento. Su cuidado adecuado permite disfrutar del espacio durante más tiempo, con mayor confort y sin complicaciones innecesarias.

Redacción Getafe Capital

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