GETAFE/Varios (02/06/2025) – Llega el verano, el calor, y a todos nos apetece disfrutar del exterior, ir a la piscina, salir a nuestro jardín, etc. Es normal que se ponga césped en estas zonas, pero lo cierto es que España es un país árido (la mayor parte si exceptuamos el norte) y no siempre es posible regar.
Aquí es donde entra una empresa de césped artificial, que nos puede ayudar y asesorar para que poseamos un césped sintético que no tenga nada que envidiar al natural (y sin gastar agua).
Este año ha sido bueno en cuanto a la cantidad de lluvias, pero eso no ocurre siempre y eso no quiere decir que podamos comenzar a gastar agua sin tener cuidado.
Así, no es extraño que en las zonas más calurosas como las del sur del país haya restricciones de agua en la época estival. Dependiendo de los niveles de agua, estas prohibiciones pueden no afectar al consumo doméstico, pero sí que se llega a prohibir regar el césped.
Ante esta situación, muchas personas buscan alternativas con el fin de mantener sus espacios verdes y bonitos, pero sin depender del riego.
Una vez que se coloca, la hierba artificial no requiere riego, no hay que ponerle fertilizantes y tampoco es necesario el uso de pesticidas. Eso la convierte en una alternativa ecológica que ayuda a cuidar el medio ambiente.
Ahorra miles y miles de litros de agua todos los años. Esto, que ya es mucho, lo es aún más si lo multiplicamos por los jardines que se están sumando al cambio. Además, se reducen los químicos, lo cual ahorra dinero a los dueños de los jardines y evita que estos productos tóxicos contaminen los suelos y las aguas subterráneas.
Su duración se prolonga en el tiempo y eso disminuye la cantidad de residuos generados, además de que no es necesaria tanta energía a la hora de fabricarlo (puede durar alrededor de 15 años con los cuidados adecuados).
Esta clase de césped no se limita a los jardines privados, sino que es válido para los espacios públicos. Se puede ver ya en empresas, parques de ayuntamientos, centros deportivos, etc., e incluso se utiliza en interiores.
Ya es posible adquirir tipos de césped diferentes, con distintas longitudes, clases de fibras, altura de estas o densidad. Así, se adapta a todo el uso que se le quiera dar, incluso a los más intensos que se producen en zonas en las que pasan muchas personas.
Cuando consultamos el precio del césped artificial y el de su instalación, lo usual es que sea mayor al de la hierba natural. Entonces, ¿dónde está el ahorro? Este se produce a medio y a largo plazo.
Hemos de tener en cuenta que no gastamos en agua, sistemas de riego, no necesitamos un cortacésped, no compramos fertilizantes ni tratamientos para las plagas. Además, hay que sumar el ahorro de tiempo, pues el mantenimiento del césped sintético es casi inexistente.