GETAFE/Varios (25/06/2025) – Cambiar de casa, sobre todo si ya se cuenta con un gran número de objetos y mobiliario, es una importante fuente de estrés y de gasto económico. Todas las personas que han pasado por uno o varios de estos traslados coinciden en que hay una serie de errores que la experiencia o el consejo de otros pueden ir eliminando.
Los ciudadanos que se encuentran ante el reto de enfrentar mudanzas particulares pueden tener en cuenta esta serie de ideas que ayudan a reducir el desembolso económico y el desgaste emocional de embalar muebles, trasladarlos y colocarlos en su nuevo destino.
Mucha gente opta por realizar el traslado de enseres de manera personal, sin contar con una empresa de mudanzas. Esta es una idea que suele coincidir con el dicho de “lo barato sale caro”.
Aunque al inicio pueda parecer que las empresas de mudanza son un gasto del que se puede prescindir, lo cierto es que contar con ellas es la principal clave para la estabilidad de la mente y la tranquilidad del bolsillo.
Estos profesionales son capaces de hacer la mudanza rápido, sin lamentar el deterioro de los muebles y sin que el cliente tenga que implicarse físicamente, cargar muebles y sufrir posibles lesiones.
Como personal cualificado en estos trabajos. Las empresas de mudanzas pueden aportar grúas, transportes y mano de obra con gran experiencia en los traslados tanto en grandes ciudades como Madrid como en pequeños municipios de la Comunidad Autónoma.
Si trabajas con una empresa de mudanzas, ellos se encargarán por ti de este paso, siempre con teniendo en cuenta tu punto de vista. Si no es así, antes de embalar una sola lámpara conviene sentarse y hacer un plan.
En este diseño de actuación deberás tener en cuenta tanto el espacio del que te mudas como el de destino.
De esta manera, podrás reflexionar sobre qué muebles deben salir primero para colocarlos luego rápidamente, qué habitación será la última en mantenerse operativa y cuáles son las cajas que se pueden desembalar sin prisa frente a las que son inmediatas.
Esto será necesario para no encontrarse en un laberinto de cajas inservibles al llegar a tu nuevo hogar y poder tener, desde el primer momento, lo imprescindible para comer, asearse o trabajar.
Objetos de valor, aparatos tecnológicos, muebles o cuadros requieren un tratamiento especial. Cualquier golpe desafortunado puede suponer el final de estos artículos, que no son esenciales, pero sí apreciados por las personas que se mudan.
En este sentido, conviene gastar dinero en buenos embalajes y, sobre todo, tratar estas mercancías de manera especial, transportándolas con cuidado e incluso, si no se trabaja con una empresa de mudanzas, casi en un vehículo especialmente pensado para estas cosas.
Una mudanza siempre causa estrés. Este se puede reducir si se realiza en un fin de semana, en un periodo de vacaciones o si se toman unos días libres para la reorganización de espacios.
Estos son los principales consejos que ofrecen tanto quienes han pasado por mudanzas particulares como las empresas que trabajan diariamente con este tipo de clientes. Seguirlos puede ayudarte a que la experiencia sea mejor de lo esperado.