GETAFE/Varios (07/07/2025) – Hubo un tiempo en que montar una mesa dulce era tan sencillo como abrir unas cuantas bolsas de gominolas, colocar algunas chucherías en cuencos de plástico y añadir confeti de colores. Pero ese tiempo ha cambiado. Las celebraciones infantiles, especialmente comuniones y cumpleaños, están viviendo su propia revolución silenciosa, una que mezcla conciencia ecológica, dietas especiales y estética cuidada. ¿El resultado? Candy Bars con gominolas sin gluten, dulces veganos, decoración compostable y hasta invitaciones digitales. Sí, incluso el universo de las chuches se ha hecho eco del cambio social.
«Cada vez nos llegan más familias preguntando si tenemos golosinas sin gluten, sin azúcar o aptas para veganos. Muchas veces no es solo por alergias, sino por una decisión de estilo de vida que los padres quieren extender a la fiesta», explican desde La Casa de las Golosinas, una de las tiendas online de referencia en el sector. «Además, nos piden ideas para que las mesas dulces sean más sostenibles, que los envoltorios sean reciclables, que la decoración no acabe en la basura. Se nota que hay una mayor sensibilidad», añaden.
Y no es una moda pasajera. Diversas fuentes del sector indican que la sostenibilidad se ha convertido en una prioridad creciente en la planificación de eventos, con un notable aumento en el uso de materiales reciclados y reutilizables. De entre las tendencias más destacadas cabe mencionar el uso de menor cantidad de plásticos, más papel kraft y tela o más frascos de vidrio reutilizable. Incluso los souvenirs para los invitados están mutando, ya no se trata solo de caramelos en bolsitas de celofán, sino de mini macetas, lápices con semillas o galletas artesanas sin alérgenos.
Los Candy Bars modernos, además, se adaptan a todos los públicos. «El primo es celíaco, el amigo del cole es alérgico a los frutos secos, la abuela prefiere sin azúcar…», enumera Marta, madre de tres y organizadora amateur de cumpleaños temáticos. «Antes bastaba con chuches coloridas. Ahora tienes que pensar en todo el mundo y, por suerte, hay muchísimas más opciones que hace unos años».
Ahí es donde tiendas como La Casa de las Golosinas han sabido adaptarse a los nuevos tiempos. «En los últimos años hemos notado un cambio claro en las necesidades de nuestros clientes», explican desde la tienda. «Ya no buscan solo chuches, sino opciones que se ajusten a alergias, estilos de vida o valores personales. Por eso hemos creado packs temáticos con productos adaptados y etiquetados claramente según si son veganos, sin gluten o sin lactosa. Queremos que cualquier familia, sea cual sea su situación, pueda montar su Candy Bar sin complicaciones».
Lo interesante de esta tendencia es que ha llevado a repensar qué significa celebrar. Las mesas dulces ya no son solo para endulzar, sino para reflejar valores, inclusión, cuidado del entorno y responsabilidad. Una fiesta puede ser divertida y respetuosa a la vez y esa es quizá la mejor enseñanza para las nuevas generaciones.
Al fin y al cabo, aunque siempre habrá un hueco para las nubes rosas o los regalices clásicos, lo cierto es que los Candy Bars de hoy son más conscientes, más cuidados y, en muchos casos, más bonitos que nunca… Porque, si algo está claro, es que lo dulce también puede sumar a un futuro mejor.