GETAFE/Entrevista (02/07/2025) – A veces la vida te hace tomar consciencia de que necesitas parar, de que necesitas ayuda, alguien que te escuche: ya sea por un fallecimiento cercano, por ansiedad laboral, por problemas de adicciones… Desde hace más de dos años, ‘Getafe te escucha’ a través de dos números de teléfono, el 680 700 327 y el 900 770 112.
Un programa que forma parte del I Plan de Salud Mental que ha puesto en marcha la Delegación de Salud. Al otro lado del teléfono están Susana Moraga y María Dávila, dos psicólogas que atienden a los vecinos de Getafe (eso sí que es un requisito imprescindible, al igual que ser mayor de 16 años) y afrontan la primera intervención que puede derivar en otros servicios municipales o en una entrevista personal “donde podamos conocer más detenidamente o más profundamente a la persona y ver un poco cuál es la situación, variables…”.
Es después de esa entrevista cuando valoran “si lo atendemos de manera individual o incluso de manera grupal o a través de talleres, que normalmente son unas cuatro sesiones de dos horas de duración cada una”. Estos espacios en los que se habla de bienestar o gestión emocional, menopausia, ansiedad por dejar de fumar, duelo o desarrollo personal, sirven para dar recursos a los ciudadanos que lo necesitan. También se puede optar por un acompañamiento individual que se concretaría en hasta seis sesiones personalizadas.
“No se puede hacer un proceso terapéutico completo, pero es útil para determinadas situaciones o momentos puntuales. Muchas veces lo que pasa es un poco la vida: se me juntan un poco o muchas cosas en mi vida, se me junta el trabajo, temas en casa e incluso cosas a nivel más personal y en ese momento me desbordo. Lo que hacemos nosotras desde aquí es acompañar a esa persona a que pueda situar las cosas encima de la mesa, colocar algunas piezas del cajón, por decirlo de alguna forma”, explican las psicólogas.
¿Qué se encuentran al otro lado del teléfono? “Un poco de todo, diferentes casuísticas. Es verdad que muchas veces nos llegan bajas, por ejemplo, por temas de estrés, sintomatología más ansiosa, sintomatología depresiva. Nosotras lo que que atendemos es más leve, cuando hay una patología mayor, lo llevan desde salud mental, aunque hacemos un poco de puente hasta que les atienden allí”.
También hay muchas situaciones “de duelo o conflictos interpersonales, familiares o soledad no deseada”. El tratamiento personal o grupal se consensua entre paciente y profesional, ya que hay muchos usuarios que son reticentes a participar en un taller de grupo. “Existe como esa vergüenza de me voy a exponer delante de los demás, pero creo que también es importante ese acompañamiento grupal y saber que no solo trabajas lo tuyo, sino que puede ser una pieza dentro de algo mucho más grande. En problemas de soledad no deseada, de baja autoestima, es importante ese apoyo grupal”.
Durante este último curso han atendido a unos 300 usuarios a través del teléfono y del Whatsapp que está habilitado, aunque no siempre acaban en recursos presenciales. En 10 días desde la llamada se está citando a las personas que reclaman ayuda: luego las sesiones individuales tienen una periodicidad flexible, según las necesidades que surjan. En ocasiones también reciben usuarios derivados del centro de salud, del médico de cabecera, de los trabajadores sociales… Por su despacho pasan anualmente unas 150 personas.
En las sesiones conjuntas, reúnen a 8 o 10 personas bajo una temática cerrada y más estructurada. “Nos encontramos principalmente más mujeres que hombre no sabemos si por vergüenza, aunque poco a poco también vamos consiguiendo que sean grupos más heterogéneos”. La media de edad es principalmente entre los 35 y los 55 años. “Nos llega mucha gente con mucho malestar emocional, no tanto con riesgo de vida, que es verdad que ahí ya sí que lo atienden otros dispositivos de urgencia”.
El tabú de la salud mental poco a poco se va superando. “Se le está dando quizás más importancia. Todavía tenemos que seguir creciendo. Esa parte, por ejemplo, del autocuidado: muchas veces el ir a terapia es como una forma de cuidarte a ti, de tener un espacio para escucharte, para incluso conocerte”. No hace falta tener un problema o un trastorno mental o una patología para necesitar ese apoyo emocional. “Está cambiando también lo que significa ir a terapia”.
En los talleres grupales se trabaja en esa educación de “qué es tristeza, por ejemplo, y qué es una depresión; o cómo puedo gestionar mis emociones. Aquí te vienen muchos usuarios y muchas usuarias que no han hablado de emociones en su vida, que no saben identificar una emoción. Creo que hay que educar también en ese sentido”.
Muchos de los que participan en algún taller o grupo, repiten al año siguiente. “Nos permite tener cierto seguimiento, ver cómo están los usuarios. Al final es un espacio donde poder compartir y aprender uno mismo: no solo tengo que ir cuando ya tengo una patología grave”. Todo bajo la premisa de que “la salud mental no puede ser un privilegio, que tiene que ser esa atención independientemente de la situación económica que tengas”.
Tal vez así se conseguiría rebajar el nivel de medicación que hay en el país. Susana Moraga y María Dávila escuchan día tras día los problemas de los vecinos de Getafe. “Hay situaciones complicadas, evidentemente”, pero se apoyan mutuamente para “que haya ventilación entre nosotras también. A veces es necesaria esa palmadita en la espalda de ‘lo estoy haciendo bien’”. Es importante estar bien para poder seguir cuidando a los demás.
Un proyecto que ha funcionado muy bien durante el curso es el grupo de Arte y psicología. “La idea es que puedan tener un espacio donde expresar todo eso a nivel emocional, incluso con las manos: han estado haciendo cartón corrugado y papel maché y de cara al curso que viene van a hacer también pintura y dibujo”.
El objetivo es proponer actividades “quizás de carácter más lúdico, pero que de alguna manera estén conectadas con ese bienestar emocional”. La Carpa de artistas de Getafe se ofreció también a colaborar. “Ahora mismo hay dos clases” que se imparten los viernes en el local de asociaciones. Dan apoyo a la Delegación de Deportes en algunos grupos como Mujer Activa en el que trabajan con mujeres que han sufrido cáncer de mama. “Apoyamos también en la parte más terapéutica, psicológica y emocional”. Para el año que viene planean también dar apoyo y acompañamiento en ictus, dolor crónico o fibromialgia.