GETAFE/Varios (28/08/2025) – Tal y como puede atestiguar cualquier mayorista césped artificial, el paisajismo está viviendo una revolución sin precedentes, la cual se debe a la popularización del césped artificial.
Donde antes se veían cortadoras de césped que hacían ruido, fertilizantes que dañaban los acuíferos y aspersores que gastaban miles de litros de agua, ahora se encuentra una superficie perfecta que permanece verde todo el año.
Que el mundo del paisajismo se decante por esta hierba artificial no es una casualidad. De hecho, se ha convertido en la opción preferida para una clientela que es muy exigente.
Su capacidad a la hora de eliminar la necesidad del riego, en un contexto en el que las sequías son cada vez más frecuentes, es el principal argumento de venta. De hecho, un solo jardín de una casa ahorra miles de litros al año.
A ello se suma el bajo mantenimiento, el cual es otro de sus grandes atractivos. El césped natural necesita cientos de horas de trabajo, cortando, abonando, eliminando maleza, etc. Esto desaparece con el artificial.
Los propietarios descansan y, si hablamos de empresas de paisajismo, ayuntamientos o complejos turísticos, esta casi ausencia de mantenimiento significa un enorme ahorro de costos operativos.
Además, si el césped sintético es de calidad, lo cierto es que se mantiene impecable todo el año con independencia de las condiciones del clima y sin apenas esfuerzo.
Como vemos, el césped artificial tiene muchas ventajas y otra que hay que destacar es su versatilidad. Ahora mismo, los mayoristas han diversificado la oferta y este manto ya no se limita a los jardines y a los campos deportivos.
Hoy, lo podemos ver en balcones y terrazas, en los parques infantiles, en locales comerciales, en el interior de las oficinas o hasta en las ferias.
Así, se ha convertido en una solución para muchos clientes, como las empresas de construcción, los decoradores de interiores, los arquitectos o los diseñadores.
La durabilidad del césped artificial depende de su calidad. Así, los de gama alta confeccionados con polietileno y polipropileno ofrecen una gran duración.
Dentro de esta gama, el tratamiento contra los rayos UV asegura que el color perdura, y la densidad de fibras consigue que cuando pasamos la mano parezca hierba natural.
No hay que olvidarse de la instalación, ya que es crucial a la hora de disfrutar de todas sus ventajas. Esta debe ser profesional, algo a lo que ayuda un buen mayorista ofreciendo herramientas y el asesoramiento técnico que se necesite. Es cierto que el coste inicial es superior al de un césped natural, pero con lo que se ahorra en agua, mantenimiento y fertilizantes, la inversión se recupera a largo plazo.
En un momento en el que el plástico está siendo demonizado, los fabricantes de césped sintético hacen lo posible con el fin de que su producto sea más sostenible.
Por eso, ahora exploran el uso de plástico reciclado, reduciendo aún más la huella de carbono de una hierba que no gasta agua ni necesita fertilizantes.