La marea blanca que inundó Madrid

Premio a la Entidad del Año: AFEM

Salieron a la calle con sus batas blancas, provocando una marea que inundó Madrid con un objetivo único: defender la sanidad pública. AFEM, la Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid dio un paso al frente para frenar “el desmantelamiento del sistema sanitario”. Recuperaron y revitalizaron una asociación que estaba en el olvido y que convirtieron en el arma con el que enfrentarse a los constantes ataques de la administración. “Los médicos éramos apenas un eslabón de la cadena de producción: nuestro criterio no importaba para nada mientras se iba desmantelando todo”. Era marzo de 2012. Mónica García, miembro de la junta directiva de AFEM, recuerda que a pesar de haberse comenzado a organizar, el proceso privatizador abierto para seis hospitales les pilló por sorpresa. “Veíamos desde hace tiempo que se estaban derivando más pacientes a la privada” mientras la santidad pública iba cayendo en el olvido, pero el día que se anunció “saltaron todas las alarmas. No creíamos que fuera a suceder tan pronto”.

Habían pasado seis meses desde que constituyeron una nueva junta directiva, y habían comenzado a realizar asambleas. “La sanidad estaba siendo politizada con gestores que no responden a criterios de calidad, sino que abogaban por reducir personal, por reducir camas… no había ningún criterio científico detrás”. Mónica García vislumbraba un futuro gris, si no negro de este servicio y derecho público: “Nos iba a llevar a una sanidad depauperada”. Desmontaron mitos como que “es más barato lo privado que lo público: no es así, lo habíamos comprobado con países que habían tenido experiencias anteriores como Inglaterra, y no es verdad”.

Las máquinas se pusieron en marcha: tenían que luchar por defender sus derechos, no ya como médicos, sino como pacientes. Plantearon una huelga, una medida extrema, “era un gran órdago, pero no se podía responder de otra forma a lo que estaban haciendo”. Los más de dos millares de miembros de AFEM respaldaron esta iniciativa. El paro había comenzado y se extendería durante casi 25 días en diversas fases. Pero detrás tuvieron el apoyo del resto de la comunidad sanitaria, y sobre todo, de los pacientes. “Esto no era una lucha de un colectivo aislado” y se sintieron ampliamente respaldados.

Buena muestra de lo que significó su lucha fueron las mareas blancas que inundaron repetidamente Madrid. “La salida de la gente a la calle era fundamental, lo triste hubiera sido lo contrario”. Con las batas blancas, enarbolando el derecho a una sanidad pública y de calidad, se convirtieron en una de las movilizaciones que más impacto ha tenido, aunque políticamente no se quisiera reconocer.

La vía judicial
Curiosamente fue otra vía, la judicial, la que daría más alegrías a los miembros de AFEM. Un recurso planteado ante el juzgado contra la privatización de los seis hospitales culminaría con la decisión de paralizar el proceso que había iniciado la Comunidad de Madrid. Un revés para la Consejería de Sanidad y “un día increíble” para los médicos y facultativos de los hospitales de Madrid, que tanto habían peleado. “Te das cuenta de que vas dando pasos, y que es posible, que lo hemos conseguido”. Mónica García sabe que aún queda mucho camino por andar. “Que se haya conseguido paralizar la privatización de estos hospitales, no quiere decir que se estén gestionando bien. Hay muchas formas de gestionar tu casa, y aquí lo que están haciendo es recortar sin ningún tipo de criterio. Quitar camas y echar gente lo hace cualquiera”.

Para ella “es una pena haber tenido que recurrir a esta vía judicial, pero atentan contra la institución de manera poco legal. Si encima están incurriendo en trampas… al menos alguna responsabilidad política debería haber”. El espaldarazo que ha supuesto esta sentencia les da fuerzas para afrontar el futuro: “Seguimos teniendo motivos para luchar. Están descapitalizando lo público y restándole cada vez más dinero”. Su lucha ha tenido resultados. Y no están dispuestos a bajar la guardia.

Raquel González - Directora Getafe Capital