La estimulación cognitiva en pacientes con alzhéimer

GETAFE/Rincón psicológico (27/09/2017) – El envejecimiento de la población, hace que el número de personas que padecen una demencia aumente. Con el termino de demencia hacemos referencia a una pérdida progresiva de las funciones cognitivas y que interfiere seriamente en las actividades de la vida cotidiana. Aunque existen varios tipos de demencia, la enfermedad de Alzheimer es la más frecuente, ya que representa aproximadamente el 70%  de los casos.

El pasado 21 de septiembre se celebró el día Mundial de la Enfermedad de Alzheimer y se dieron a conocer unos datos alarmantes: según datos de la Sociedad Española de Neurología, en nuestro país existen unas 800.000 personas afectadas por esta patología, aunque se calcula que aproximadamente el 30% de los casos están todavía sin diagnosticar. Se prevé que esta cifra aumente en los próximos años hasta alcanzar el millón de pacientes en 2050. Hemos sabido además que el 80%  de los pacientes son cuidados por sus familiares.

Como hemos visto, la edad representa el principal factor de riesgo para padecer esta enfermedad, pero hay otros factores como la hipertensión arterial, la obesidad, la depresión el sedentarismo, un consumo elevado de tabaco y/alcohol o una diabetes mal controlada que podrían facilitar su aparición

Actualmente no hay ninguna cura para la enfermedad de Alzheimer pero pueden encontrarse una serie de tratamientos (farmacológicos y no farmacológicos) que pueden frenar en la medida de lo posible el deterioro cognitivo y ayudar, de esta manera, a mejorar la calidad de vida del paciente y la de sus familiares.

Respecto a los tratamientos no farmacológicos, la estimulación cognitiva ha ido adquiriendo una gran importancia en los últimos años. Es sin duda, el tratamiento no farmacológico más utilizado con los pacientes afectados por esta patología. Los recursos son muy variados y se adaptan en cada momento a la situación y a las necesidades de cada paciente. Se recomienda a pacientes en fase leve y moderada de la enfermedad. Por ello, un diagnostico precoz parece indispensable para poner en marcha un tratamiento adaptado al paciente.

Algunos de los objetivos de la estimulación cognitiva con estos pacientes son:

  • Estimular y mantener las capacidades mentales de los enfermos de Alzheimer
  • Reducir el grado de dependencia en la vida diaria del enfermo
  • Posibilitar la permanencia del enfermo en su medio habitual
  • Ofrecer a los cuidadores recursos y habilidades que mejoren el cuidado de los enfermos de Alzheimer
  • Reducir la frecuencia de conductas problemáticas o trastornos del comportamiento que puedan presentar los enfermos de Alzheimer

Como hemos dicho anteriormente, hoy por hoy el Alzheimer no tiene cura, pero las investigaciones llevadas a cabo indican que el 40% de los casos podría prevenirse, adoptando unos hábitos de vida más saludables

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Redacción Getafe Capital