Tendiendo una mano a la discapacidad

Premio a la Actividad Social: Asociación Dedines

Una mano abierta y pequeña les representa, dentro un maniquí sentado en una silla de ruedas esbozando una sonrisa. Cinco son los dedos que, extendidos, simbolizan la labor de la asociación que este año será premiada por GETAFE CAPITAL a la Actividad Social: Dedines. Un grupo de padres y madres de Getafe que hace un lustro observó las carencias en atención a niños discapacitados en la ciudad y agrupándose decidieron proporcionar los servicios que sus hijos necesitaban con sus propios medios.

“No solo no hay colegio especial, sino que, tras investigar y comentar entre todos nosotros, llegamos a la conclusión de que, en nuestra localidad, apenas hay servicios y actividades adaptadas a la situación real de nuestros niños”, explicaba hace tiempo la vicepresidenta de la asociación, Ana Isabel Jerez. La unión hace la fuerza, que dicen. Y a la vista está que la fórmula Dedines funciona.

En la actualidad, la agrupación acaba de estrenar nuevo local en El Casar. El Ayuntamiento, por su parte, ha anunciado que les concederá una subvención de 37.500 euros y les cederá el antiguo colegio Cervantes para que este sea su nueva sede. Aún sin colegio público –se ven obligados a llevar a sus niños a centros de Parla o Leganés– y sufriendo los recortes más brutales de la crisis (los cuidadores han sido excluidos del sistema nacional de cotizaciones, les afecta la subida del IVA para productos básicos, la exclusión de medicamentos del SNS, y peligran las plazas de natación a causa de la privatización de la piscina de Getafe Norte) estos padres viven el día a día con la responsabilidad y la honestidad de proporcionar todo aquello que esté en su mano a sus niños. “Se ha reconocido la labor que llevamos a cabo en Getafe, porque aquí no hay ningún tipo de actividad adaptada”, reconoce Rafael Chicharro, presidente de la asociación, “somos autogestores, hemos llegado donde hemos llegado con nuestros propios medios, económicos y también físicos”.

Cinco años se dicen rápido, pero la labor de Dedines es una carrera de fondo: medio centenar son los chavales a los que atienden. De uno a 22 años son las edades de los chicos que semanalmente acuden a todos los talleres y actividades que para ellos organiza la asociación. Física, psíquica y sensorial son sus discapacidades. Ludoteca, ocio adaptado, terapia ocupacional, musicoterapia, fisioterapia o logopedia las habilidades y talleres que no solo mejoran su estado de ánimo, sino que pueden ayudar efectivamente al desarrollo y mejora de determinadas capacidades de los niños. Servicios a los que la administración pública no llega. “Contamos con siete profesionales, todos con contrato laboral”, explica Chicharro, “también nos ayudan estudiantes voluntarios de Los Escolapios, algunos llevan hasta cuatro años con nosotros”.

Además de la defensa del discapacitado, ya sea niño o mayor, desde Dedines buscan la visibilidad en la sociedad de este colectivo, y por supuesto, la inclusión en la misma. Además de las salidas que realizan periódicamente (museos, parques de atracciones, excursiones) organizan actos en Getafe para darse a conocer. “La visibilidad es muy importante”, destaca Jerez. A lo que el presidente indica “en Getafe podría haber hasta 100 niños más con discapacidad que, por desconocimiento, no tienen acceso a este tipo de programas”. “Siempre que podemos hacemos una obra de teatro, participamos en los carnavales, en las fiestas, en mercadillos solidarios”, cuentan. Ahora, de cara a la Navidad, volverán a poner en venta sus calendarios solidarios, con los que han colaborado artistas del panorama nacional.

“Al final es más una cuestión de sensibilidad que económica”, sentencia Ana Isabel Jerez.

Miriam Errejón - Periodista Grupo Capital