Cataluña, la corrupción y la crisis, protagonistas del discurso del Rey

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Don Juan Carlos durante su mensaje de navidad

Aprovechó su mensaje para asegurar que no piensa abdicar

Como cada nochebuena, el Rey Don Juan Carlos, llegó a las televisiones de todos los ciudadanos para transmitir su mensaje navideño. El desafío soberanista catalán, los continuos casos de corrupción y la crisis del país fueron los temas principales de su discurso.

El Rey aprovechó este mensaje, escrito en la Zarzuela y no desde el Gobierno, para avalar la «actualización de los acuerdos de convivencia», un texto que fue modificado después de que Artur Mas anunciase las dos preguntas del referéndum catalán. Don Juan Carlos quiso mandar un mensaje de unión y recalcó la importancia de la Constitución y del cumplimiento de la ley. En cuanto a la situación catalana, el Monarca aseguró estar «convencido de que todas esas cuestiones se podrán resolver con realismo, con esfuerzo, con funcionamiento correcto del Estado de derecho y con la generosidad de las fuerzas políticas y sociales representativas». También quiso llamar a la unión afirmando que «juntos hemos resuelto problemas no más fáciles que los que hoy afrontamos», definiendo a España como «una gran nación por la que vale la pena luchar».

Su mensaje también estuvo protagonizado por la corrupción que abunda en España, destacando el Rey «los casos de falta de ejemplariedad en la vida pública que han afectado al prestigio de la política y las instituciones», entre los que, según la Zarzuela, se encontraba el caso Nóos, donde su yerno Iñali Urdangarin está imputado. Siguiendo con este tema, el Monarca añadió que «la salud moral de una sociedad se define por el nivel de comportamiento ético de cada uno de sus ciudadanos, empezando por sus dirigentes, ya que todos somos corresponsables del devenir colectivo». También reconoció estar al tanto del cambio de actitud y compromiso ético en la vida política, social y económica que reclama la sociedad española.

También hubo espacio en el discurso navideño para el ya habitual tema de la crisis política y económica. Su Majestad declaró que la crisis «se empezará a resolver cuando los parados puedan trabajar», asegurando que «no podemos aceptar como normal la angustia de los millones de españoles que no pueden trabajar», recordando a todos los que habían perdido su vivienda, destacando su «sacrificio y coraje», y rogando al Gobierno un «esfuerzo» para crear esos puestos de trabajo tan necesitados. Don Juan Carlos no quiso olvidar en su mensaje a todos aquellos inmigrantes que conviven con el resto de los españoles, ensalzando su aportación la cual «hay que agradecer sin reservas», y recordando también a los españoles que trabajan en el extranjero, aportando su «talento y creatividad» para superar dificultades.

No quiso olvidar el Monarca el fallo del Tribunal de Estrasburgo sobre la doctrina Parot y dedicó unas palabras a todas las víctimas del terrorismo, asegurando que «la sociedad sigue teniendo una permanente deuda de gratitud».

Su mensaje navideño culminó con un aviso personal en el que Don Juan Carlos aseguró su «determinación de continuar estimulando la convivencia cívica en el desempeño fiel del mandato y las competencias que me atribuye el orden constitucional», negando así frente a toda España cualquier intención de abdicar en su hijo, el Príncipe de Asturias.

 

Yaiza Díaz - Periodista Grupo Capital