 Casualidades hay pocas. Que el mercado de señales del que tan orgulloso está el alcalde y sus concejales se celebre únicamente hasta mayo, no debe ser una casualidad; tampoco lo debe ser que ‘coincidiendo’ con el traslado de este evento a El Bercial se colocara allí una carpa… del PP; o que ahora les haya dado la vena amigable y concejales y cargos de confianza y bajen al asfalto del común de los mortales para ‘compartir’ con el ciudadano de ‘a pie’ un ratito (y de paso pedirles el voto, imaginamos). Luego están los entresijos: que el mercado en sí tenga un escaso éxito y que a los comerciantes se les exija un pago cada vez que quieran poner su tenderete, eso ya son menudencias.
Casualidades hay pocas. Que el mercado de señales del que tan orgulloso está el alcalde y sus concejales se celebre únicamente hasta mayo, no debe ser una casualidad; tampoco lo debe ser que ‘coincidiendo’ con el traslado de este evento a El Bercial se colocara allí una carpa… del PP; o que ahora les haya dado la vena amigable y concejales y cargos de confianza y bajen al asfalto del común de los mortales para ‘compartir’ con el ciudadano de ‘a pie’ un ratito (y de paso pedirles el voto, imaginamos). Luego están los entresijos: que el mercado en sí tenga un escaso éxito y que a los comerciantes se les exija un pago cada vez que quieran poner su tenderete, eso ya son menudencias.