40 pinos amenazaban la seguridad de la A-4 y el Cerro

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Imagen de los árboles ya talados. Foto: PP Getafe

«Por un lado había riesgo en la carretera de Andalucía de que las ramas cayeran en la vía y por otro estaban demasiado cerca de las torretas de luz, con lo que cualquier rama podía provocar un incendio de graves consecuencias». Raquel Alcázar, concejala de Mantenimiento, tuvo conocimiento de esta situación hace algunos días, cuando el Ministerio de Fomento «reiteró» la petición de que estos 40 árboles fueran talados. «Hace un año se había trasladado esta petición al anterior Gobierno que no hizo nada. Ha sido una decisión difícil, porque cortar un árbol siempre es la última opción, pero en este caso era por seguridad y responsabilidad».

Las raíces de estos ejemplares, ya muy crecidas, impedían que se tomara otra decisión al respecto. «Solo se podía talar, la poda no era suficiente, porque además el problema estaba por ambos lados», explica Alcázar. Por un lado la carretera y por otro la cercanía con las torres de luz. Los técnicos de medioambiente valoraron todas las opciones y la elegida fue la tala controlada.

Plan integral sobre el Cerro

Se está finalizando un plan integral de actuación sobre el Cerro de los Ángeles «para rehabilitar este espacio y permitir el disfrute de los vecinos de forma más segura», en el cuál se incorporarán plantaciones de nuevos árboles, pero también la creación de un circuito de ocio y la rehabilitación de las pistas polideportivas, de tal forma que sea un espacio de disfrute.

«El Cerro está superpoblado en algunas zonas y los ejemplares demasiado juntos», lo que ha provocado que la plaga de tomicus que afecta a los pinos se haya extendido con más facilidad. «Estamos esperando el informe de los técnicos de la Comunidad de Madrid para ver cómo podemos acometer este problema». En principio se podría acometer sin necesidad de tala, «ya que existen una especie de trampas para frenar la expansión de esta plaga».

De momento, una cuadrilla de parques y jardines vigila este espacio para advertir de riesgos. «Desde el verano únicamente ha caído un árbol y algunas ramas, fruto de esa superpoblación que hace que parte de los árboles no tengan suficiente espacio y las ramas acaben muriendo».

Raquel González - Directora Getafe Capital