Por Laura de Toledo Congosto, psicóloga y sexóloga el 11 mayo, 2016@GetafeCapital
Son muchos los mitos sobre el amor y las relaciones aún presentes en nuestra cultura. El mito de la media naranja considera que cada persona es un ser incompleto y que para lograr la felicidad es necesario encontrar a esa persona, que puede estar en cualquier lugar del mundo, y que nos complementa o encaja con nosotros.
Si nos preguntamos lo que significa buscar tu media naranja lo daremos como un tema prácticamente superado porque si pensamos en ello tenemos muchos argumentos que lo desmienten. Sin embargo encontramos en nuestro día a día muchos ejemplos en los que cuando alguien no tiene pareja se piensa que le falta algo para ser feliz. Nuestra sociedad pone de manifiesto este mito porque encuentra en la pareja uno de los modos imprescindibles para conseguir la plenitud.
¿En qué nos afecta que exista el mito de la media naranja?
Cuando entendemos la pareja o el amor bajo la perspectiva de la media naranja hay algunos aspectos que se van a ver condicionados.
Las medias naranjas no ruedan bien, el mensaje es que no podemos rodar felices por el mundo siendo media naranja, porque nos falta otra persona que complementa nuestro ser y que nos permita movernos.
Según este mito si no tenemos pareja no podemos sentirnos nunca del todo felices.
Estos mensajes nos llegan a través de frases como “ya encontraras a la persona adecuada”, estamos pensando en soluciones “mágicas” y depositando nuestra felicidad en el otro y no en la propia persona.
Cada persona es responsable de su propia felicidad. En la media naranja depositamos la felicidad en manos de otra persona que puede hacer lo que quiera con ella: puede trabajar para hacernos felices, olvidarse de ella porque no es su responsabilidad o llevársela.
¿Existe el encaje perfecto? En una pareja existe una parte de adaptación hacia el otro y una parte de permitirse ser: adaptarse y aceptarse el uno al otro.
Nivel de exigencia muy alto con nosotros mismos o con nuestra pareja porque podemos esperar que cambie para complementarnos.
Una persona no puede a la vez ser igual que nosotros y complementarnos en todas las áreas, por ejemplo podemos entendernos con alguien a la perfección en el plano emocional pero no a nivel intelectual, por lo que continuaríamos incompletos.
Existen otras realidades que no son la pareja, por ejemplo amarse a uno mismo o amar a más de una persona no cabe ni encaja en este mito, hay naranjas enteras que se relacionan y aman con otras naranjas enteras.
Todo esto deja fuera muchas personas, muchas parejas y muchas formas de amarse, muchas de ellas muy felices. La realidad es muy diversa, no hay dos personas iguales, mucho menos dos parejas iguales, por lo que el objetivo está en visibilizar y permitirnos ser felices con las particularidades de cada uno e intentando construirnos como naranjas enteras y rodar solas o con otras naranjas.
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