Nosotras somos la manada

GETAFE/Akelarre (04/05/2018) – Otro viernes, otro Akelarre. Hace una semana de la lectura de la sentencia del juicio de la manada una semana de lucha y rebeldía, pero además una semana que llevamos viendo y escuchando verdaderas barbaridades. ¡¡Vamos al lío..!!

En noviembre ya hablamos sobre el caso de la manada y por qué es necesario el “yo sí te creo” como gesto de sororidad y autodefensa. Seis meses después se leyó la sentencia y creo que va a ser uno de esos momentos que recordar con amigas y conocidas de “yo estaba haciendo x cuando ocurrió”. Todo lo que ha rodeado el caso hizo que estuviésemos expectantes a la lectura, canales de televisión emitiendo en directo, grupos de whatsapp y telegram echando humo y las mujeres con la cresta para arriba preparadas para reaccionar. Y en nuestras cabezas, ella. Reviviendo lo ocurrido, juzgada por denunciar, juzgada por rehacer su vida. Ella que por denunciar (eso que dicen que hagamos siempre) ha tenido que sufrir no solo la agresión sino una travesía llena de dedos inquisidores y lenguas viperinas.

Y llegó el momento, se leyó la sentencia: “Abuso sexual”. No, no fue agresión porque no hubo “violencia”, no se resistió. Tenemos la creencia absoluta de que hablamos el mismo idioma, pero no. Cómo relatamos los hechos importa. Que cinco tíos (uno militar y otro guardia civil que no se olvide) aprovechándose de tu estado de embriaguez te metan en un portal, te violen, te roben y te dejen tirada cual juguete roto es “abuso sexual”, no es violación. ¿Qué más nos tienen que hacer para considerarlo violación? ¿resistirnos, que nos violen y que nos maten?

Y después de la sentencia ¿qué?  

Por un lado, algunos se apresuraron a hablar de cambiar el Código Penal, cuestión necesaria, aunque no suficiente. ¿Acaso el problema de la sentencia de la manada es solo de dureza? No, el problema de fondo es que hay un juez que no ve violación, ni abuso y por eso pidió la absolución para “los cinco prendas”, el problema de fondo es que el resto del tribunal no entiende un hecho así como violación. Por cierto, hablando de la reforma del Código Penal ¿sabéis que la Comisión General de Codificación encargada de estudiar la reforma del delito de violación en el Código Penal está integrado solo por hombres? Cómo podemos ver o no han querido enterarse o no se enteran de nada. De poco nos sirven las leyes si quienes tienen que interpretarlas tienen un concepto de violación que no representa la misma como tal. Por todo esto hablamos de “justicia patriarcal”.

Pero no solo están los jueces, también están los “opinólogos” defensores de “los prendas”, como Arcad(a)i Espada fundador de Ciudadanos, que en un programa de televisión viene con su dedo inquisidor y lengua viperina a poner en duda la denuncia de la víctima y pide un vídeo de la vida sexual de la víctima; también están aquellos que publican datos personales de la víctima para seguir agrediendo, la nueva quema de brujas 2.0. La cuestión es que no solo hay cinco “prendas” hay más de los que pensamos. De esos que odian a las mujeres y su concepto de relaciones sexuales están basadas en su propio placer a costa de ejercer su poder sin pensar en el daño que van a hacernos. Esto compañeras, no es un caso aislado, se llama patriarcado y la cultura de la violación que este fomenta. La concepción del sexo y de las mujeres como objeto de uso y disfrute para los hombres.

Pero ante el despropósito de sentencia, no solo reaccionaron los “aliados de los prendas”, las reacciones en las calles fueron masivas, por todo el Estado y fuera de nuestras fronteras. Miles de mujeres en manada ocupamos las calles, que también son nuestras, para decir alto y claro que vamos a dar batalla ante agresores y cómplices. Que nos quieren avergonzadas y nos tendrán insumisas. Que frente a su invierno machista, nuestra primavera feminista. Machirulos nuestra dignidad está por encima de vuestros huevos.

Hoy volvemos a salir, el movimiento feminista ha convocado manifestación a las 19.00h de Atocha a Plaza de la Villa de París, contra la cultura de la violación, por nuestras vidas. Ninguna agresión sin respuesta.

Viendo la vida en rojo y morado, militante del PCE y de IU