¿Está en peligro el negocio? La educación de los más pequeños

GETAFE/El aula sin muros (06/09/2018) – Las protestas de las diversas organizaciones patronales del sector de guarderías infantiles se están extendiendo por todas las Comunidades Autónomas en las que los gobiernos autonómicos comienzan a escolarizar a niños y niñas de dos años en los centros públicos de Infantil y Primaria cuando quedan aulas libres en estos por la caída de la natalidad. El argumento que esgrimen es que siempre han cumplido una función social y que ahora no se les reconoce.

Este sector salvando honrosas excepciones se ha caracterizado por ser un negocio a costa de los más pequeños, nada ha tenido ni tiene de función social pues siempre se ha instalado en donde podía haber negocio y en muchos casos al abrigo de subvenciones públicas. La ausencia de calidad educativa y de transparencia ha sido constante en la mayoría del sector.

Por tanto afirmamos que las guarderías privadas no nacen por una motivación social o educativa, lo hacen donde y porque hay negocio, siendo el ganar dinero poco o mucho el motivo principal. Están en su derecho siempre que lo hagan dentro de la legalidad, pero esto no les da derecho a reclamar de la Administración ayudas de todo tipo ante la posibilidad de perder “clientela”.

Llegados a este punto desde Escuela Abierta afirmamos que no estamos de acuerdo con la escolarización de niñas y niños de dos años en los colegios de INFANTIL Y PRIMARIA con la estructura actual. Nuestras razones: la Educación Infantil es una etapa que tiene dos ciclos, 0-3 y 3-6 pero que necesita de una estrecha coordinación entre ambos para cumplir sus objetivos de etapa. Romper uno de los ciclos es cargarse los objetivos y las características propias de la etapa. Etapa que (según la Ley en vigor) tiene características propias y finalidad en si misma.

El desarrollo de los niños ha de ser global (y la Educación Infantil ha de cuidarlo), pero el ritmo es diferente en cada uno, respetarlo obliga a tener una visión del ciclo y de la etapa, no puede ser tratado como compartimentos estancos año a año.

No es justo para los más pequeños que se les trate como simples objetos que sirven para cubrir huecos (aulas) que van quedando vacías en los centros por la caída de la natalidad.

Estamos necesitados en la Comunidad de Madrid y en Getafe de un plan global que contemple las necesidades específicas de la edad, el derecho del niño y de la niña a una Educación Infantil de calidad que respete las características propias de la etapa. El plan podrá ser diferente y tener varios modelos pero asegurando lo fundamental: contemplar a los niños y niñas en su derecho a desarrollarse de forma global y armónica, no interrumpir su desarrollo con saltos bruscos en la escolarización. Es perfectamente posible incluir en un centro público en el que quedan aulas libres todo el ciclo 0-3, haciendo gratuito el 2-3, construir centros o aprovechar espacios ya existentes para 0-12, 0-16, extender la gratuidad a las aulas de 2-3 en la Escuelas Infantiles Públicas, en fin adaptar los modelos de centros a las necesidades y características de cada barrio, pueblo o junta de distrito, siempre garantizando la calidad y el superior derecho de los niños y niñas a vivir su infancia de forma plena. Esto exige no improvisar salidas “singulares”. Es necesario hablar con las y los profesionales de la etapa, con las familias y siempre es exigible a las autoridades políticas y académicas tengan en cuenta el bienestar de las niñas y los niños.

 

Redacción Getafe Capital