Escápate Getafe: 60 minutos para salir de una habitación

GETAFE/Reportaje (19/06/2019) – Un reto, una habitación, y sesenta minutos para resolver los enigmas y encontrar la salida. Esa es la base de cualquier escape room, una alternativa de ocio que desde el pasado mes de septiembre también se puede disfrutar en Getafe con dos propuestas: La leyenda del castillo, de ambientación medieval; y El gran golpe, el atraco a un banco de Nueva York. ¿Serás capaz de salir?

El objetivo es encontrar la salida de una habitación y para ello hay que resolver los enigmas y los retos que se proponen: claves, candados, llaves… y un tiempo limitado: 60 minutos. Es el mantra común de las escape room, una alternativa de ocio que vieron clara cuatro jóvenes getafenses. Jesús Blázquez, Juan Miguel Domingo, Héctor Domingo y Emilio Caballero. “Vimos una buena oportunidad de hacer algo diferente”, cuenta Jesús. Escápate Getafe es el nombre que luce en la fachada y que ha dado lugar a algún que otro equívoco. “No es la primera vez que pasa un vecino por la puerta y entra para que le hagamos la copia de una llave”, recuerda Héctor. Pero poco a poco empiezan a ser conocidos. “El boca a boca ha sido fundamental”, confiesa Jesús.

Son dos las propuestas que están sobre la mesa: El Gran Golpe, que es el robo a una sucursal bancaria en Nueva York y La leyenda del castillo, de temática medieval. Concretar las ideas y transformarlas en pruebas que funcionasen fue la labor más ardua. “Lo hicimos entre todos: a uno se le ocurría una idea, otro modificaba no se qué, el siguiente aportaba otro cambio… y al final salía un juego superchulo que no tenía nada que ver con la idea original”, recuerda Jesús. No es fácil encontrar el equilibro y ser original en un mundo en el que también se han instalado las franquicias. Aquí han buscado combinar la dificultad y el dinamismo. “Y la decoración también ha sido difícil, porque tienes que ir buscando cosas que no encuentras en un mercado tradicional”, cuenta Juan Miguel.

Entre las claves, los candados especiales: “No sería la primera vez que tenemos que ir a buscar uno a la calle Madrid porque alguien se lo ha llevado sin querer y nos destroza el juego para el siguiente”. La aceptación está siendo muy buena, explica Emilio. “Viene gente de la periferia, de la zona sur e incluso de fuera: de Ciudad Real o de Toledo”. Los resultados de su iniciativa han superado las expectativas que tenían marcadas. “El 80% de la gente que reserva lo hace por referencias de amigos y familiares”.

La personalización es una seña de identidad de esta escape room. “En la hora y media que tienen la reserva, tratamos de que salgan lo más contentos posible. Cuando salen y te dicen que es un buen juego, encima que es algo original, que no es franquicia ni nada es una satisfacción personal”, manifiesta Juan Miguel. “Hay grupos que han jugado a otras escapes y hay cosas que les siguen sorprendiendo: si has hecho más de 200 escapes, y les gusta, algo estaremos haciendo bien”.

Porque el de las escapes rooms es un mundo que engancha. “Han sacado olimpiadas, e incluso un certificado en game master. Hay mucha gente que lo tiene como hobby y que incluso se juntan gente que no se conoce para jugar”, cuenta Emilio. Para los indecisos, recuerdan que este es un juego para todos los públicos, y que si alguien se agobia hay un “botón del pánico” para salir de la habitación en cualquier momento (“nadie lo ha necesitado”). Y a través de las pantallas siguen las evoluciones del equipo (“lo consigue más o menos el 65% de la gente”) y ofrecen pistas y ayudas.

De una pedida de boda a los regalos de los niños

¿Y si en lugar del botín del banco, con fajos de billetes (obviamente inservibles) te encuentras una cajita con un anillo? Eso fue lo que le ocurrió a una escapista, cuya pareja le organizó la pedida de matrimonio de esta original manera. “Fue muy divertido porque a la chica solo le interesaba el botín y él no hacía más que decirle: ‘Y esa cajita, y esa cajita’. Luego estuvo 10 minuto llorando”, recuerda Héctor. Antes lo habían preparado todo con el novio, que decidió hacer esta pedida tan original.

Es una de los cientos de historias y anécdotas que pueden contar en los apenas 10 meses que llevan con la iniciativa en marcha. Las pantallas por las que siguen el progreso y que les permiten ayudar a los participantes, son también un punto de vista privilegiado. “En Navidades vinieron cinco chicas a hacer El Gran Golpe: una de ellas nada más entrar se tumbó en los bancos… ¡y se durmió! No se despertó hasta una hora más tarde, diciendo que se lo había pasado muy bien”.

Los más activos (“tanto que a veces nos destrozan la sala”) suelen ser los niños. “Pensábamos que había cosas que no se podían romper, pero hemos descubierto que hay gente capaz”, asegura Jesús. Y los niños se han convertido en uno de sus públicos más entregados: “Para los más pequeños adaptamos la sala para que sean capaces de resolver las pruebas e incluso ponemos una monitora para que los guíe”. Es un mercado al alza que tiene muchos seguidores y se ha convertido en una alternativa original para la celebración de cumpleaños. “Lo que hacemos muchas veces es esconder los regalos en la caja fuerte o al final de la prueba”. Superar los retos, en estas ocasiones sí tiene premio.

ESCÁPATE GETAFE
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Raquel González - Directora Getafe Capital