Y de los servicios públicos de calidad, ¿cuándo hablamos?

GETAFE/Palabra de concejal (19/10/2020) – Hemos ido viendo como en casi cada uno de los municipios de este país se han ido constituyendo Comisiones de Reconstrucción, sobre todo como herramientas para compartir propuestas y acordar con el mayor consenso posible las medidas urgentes que no podían esperar para dar respuesta a esta situación de pandemia y de crisis sanitaria, social y económica que se nos ha venido encima. Este trabajo de acordar medidas se ha hecho fundamentalmente desde la disponibilidad de fondos de los propios ayuntamientos ya que aunque el Gobierno central aprobó ayudas a los ayuntamientos, en el caso de la Comunidad de Madrid, ha tardado meses en hacerlas efectivas.

Sigue existiendo un problema sin resolver que es la financiación de los ayuntamientos y la eliminación de la legislación restrictiva que aprobaron gobiernos anteriores y que impiden disponer de los recursos necesarios suficientes para abordar esta grave situación que estamos viviendo.

Por otro lado el Gobierno de la Comunidad de Madrid sigue sin preocuparse de los ciudadanos y sigue aplicando políticas neoliberales que ya sabemos que no sirven para solucionar los problemas de la ciudadanía sino para agravarlos, disminuyendo los recursos para los más vulnerables como está pasando con las becas de comedor de las familias que recibían la renta mínima de inserción y ahora no van a poder ni siquiera acceder a ellas porque la Comunidad de Madrid va a quedarse con estos fondos para comprar más banderas en las que envolverse y tapar sus vergüenzas.

La situación es muy grave. En Getafe el acceso a la vivienda es muy problemático, mientras que más de 8.000 viviendas, el 11% de su parque de viviendas sigue vacío. Más de 1.000 jóvenes en Getafe ni estudian ni trabajan, y más de 4.000 jóvenes en Getafe no han superado la educación secundaria obligatoria. En Getafe, con más de 192.000 habitantes, no existe una unidad de formación e integración laboral que atienda al alumnado sin titulación educativa. En Getafe, hay más de 8.800 personas con más de 80 años de las que el 7% debería estar recibiendo algún tipo de cuidados específicos. El año pasado las mujeres víctimas de violencia de género aumentaron en este país un 2% hasta las 31.911. Los datos que acaban de publicarse sobre el paro juvenil, que lo sitúan en un 41%, el mayor de toda Europa, nos dicen que la situación social va a empeorar en los próximos meses, que la crisis sanitaria, que todavía está por estallar este otoño invierno, va a venir acompañada de más paro y situaciones de grave riesgo de exclusión social.

Sólo hay una solución y es disponer de más recursos, y no de menos, como plantean las tres derechas en este país. Para ello, es necesario que la minoría que más gana pague más impuestos, para que se puedan profundizar las políticas sociales y asegurar los servicios públicos. Es indecente que en esta situación de pandemia y abandono de la sanidad pública estemos bombardeados continuamente por anuncios de la sanidad privada que nos ofrecen atención inmediata o teleasistencia médica, que sin duda les resulta mucho más barata a estas compañías, esperando como buitres la muerte de la sanidad pública para seguir haciendo negocio a costa de la salud de las personas.

Sin embargo, este momento debería ser el de hacernos conscientes que lo único que nos salva de este virus y de la exclusión social es lo de todos, lo común, lo publico, y a eso deberíamos estar dedicando una parte importante de nuestro esfuerzos. No hay planes de refuerzo de los servicios públicos, no sólo para este año ni para el que viene, sino una verdadera apuesta por la sanidad, por la educación, por los cuidados de las personas. La negociación de los presupuestos estatales debería ser el momento para este cambio de tendencia, para compensar en primer lugar los últimos años de recortes de la derecha a los servicios públicos, pero al mismo tiempo para que se aprueben unos presupuestos que signifiquen más gasto social, más ayudas a los mas vulnerables y con medidas eficaces en la gestión, que eliminen el despropósito que está significando la concesión del Ingreso Mínimo Vital (IMV), ya que la pobreza no puede esperar.

Hay que incrementar los recursos e lucha contra la violencia de genero, las soluciones habitacionales para las mujeres y sus hijos e hijas. Hay que abordar sin retraso la obligada transición ecológica y la defensa de la biodiversidad que están en el origen de esta pandemia, y de las que vendrán, si no cambiamos nuestro modo de relacionarnos con este planeta del que dependemos para mantener la vida.

Necesitamos en definitiva un plan de mejora de los servicios públicos que disponga de mayores recursos de los que han tenido hasta este momento. No una pequeña ayuda o un parche, sino un diseño de los servicios públicos de este país para los próximos 20 años, con un plan de inversiones asociado que haga realista y posible los cambios que necesitamos la mayoría social.

También en nuestro municipio no es momento de recortes sino de políticas expansivas y de mayor gasto social. El que necesitamos para paliar las consecuencias sanitarias, sociales, económicas y de salud mental que estamos sufriendo como consecuencia de esta pandemia.

Hay que incrementar los ingresos de este ayuntamiento y esto va a estar muy ligado a los acuerdos que se alcancen ente el Gobierno estatal y la Federación Española de Municpios y Provincias (FEMP), para el uso los remanentes de los presupuestos de años anteriores que la derecha de este país ha prohibido que se puedan utilizar. También será necesario, que diseñemos los planes y el uso que vamos a hacer, en este municipio, de los fondos europeos que más tarde que pronto terminarán por llegar y que deben servir para cambiar el modelo de producción y consumo hacia uno más sostenible, hacia mas digitalización y también para conseguir que nadie se quede atrás con ayudas a las personas y familias más golpeadas por el coronavirus.

Es un momento de cambio, de oportunidad, en que no podemos equivocarnos y que estos fondos sólo sirvan para llenar los bolsillos de aquellos que tienen como primer objetivo el negocio por encima del bienestar de las personas. Es el momento del cambio, también en nuestro municipio.

En este sentido elaboramos nuestro Plan de emergencia hace meses, más allá de resolver los problema más inmediatos, que también son imprescindibles solucionar con inmediatez, diseñar el modelo de ciudad al que nos tenemos que ir acercando. Una ciudad más inclusiva y solidaria, más verde y sostenible, con más empleo juvenil, a través de una apuesta decidida por la construcción de vivienda de alquiler social, la rehabilitación de edificios y viviendas de forma sostenible, de rehabilitación de espacios naturales, incluyendo la intervención en el Río Manzanares, con la producción local de alimentos, con mejor educación.

Construyendo una ciudad educadora que desborde las paredes de los centros escolares, una ciudad que apueste por la salud y sus sanitarios, también por la salud municipal en lo que son sus competencias, mejorando los recursos del Centro Municipal de Salud, con planes de intervención sociocomunitaria en los barrios, que aborden los problemas de seguridad y convivencia desde esta perspectiva, apoyando al movimiento asociativo de infancia y juventud en el municipio, apostando por la diversidad, visibilizando y acompañando a las personas sin hogar.

Incrementando las competencias digitales de la población y la creación espacios públicos de teletrabajo, favoreciendo la creación de empresas de la economía digital y garajes digitales, creando una empresa pública de servicios que dé respuesta a las necesidades de cuidados y apoyo domiciliario, incrementando las ayudas de emergencia que van a ser imprescindibles en estos próximos años y así acabar con las colas del hambre.

Mejorando la gestión de residuos y eliminando el amianto, desarrollando la transición energética con la implantación de energías renovables en las viviendas públicas y privadas.

Finalmente, mejorando la gestión municipal, apostando por la recuperación de servicios privatizados y resolviendo el déficit de personal en servicios sociales y en los departamentos encargados de la tramitación de expedientes de ayuda económica, y en general, en los departamentos de gestión, eliminando la elevada tasa de interinidad de la plantilla municipal.

Es el momento de asegurar lo de todos y todas: lo público. No vamos a tener otra oportunidad en los próximos años. O conseguimos que los fondos europeos sirvan para consolidar los servicios públicos o servirán solo para engordar los negocios privados de unos pocos. Esta es la cuestión fundamental en estos momentos, y desde Más Madrid Compromiso con Getafe vamos a exigirla, desde el respeto y la propuesta, como hemos venido haciendo hasta ahora.

Redacción Getafe Capital