GETAFE/Reportaje (18/04/2024) – ¿QUIÉN ES LA ALCALDESA? ¿QUÉ ES EL PADRÓN? ¿Cuántos habitantes tiene Getafe? ¿Qué se guarda en el archivo municipal? ¿Para qué sirve el Pleno? Cada año cerca de un millar de escolares pasan por el Ayuntamiento de Getafe en las visitas que desde hace más de 25 años se organizan para conocer de cerca la labor del Consistorio, acercarse a él y fomentar la participación.
Es jueves; un jueves cualquiera en un instituto cualquiera del municipio. En este caso es el IES León Felipe pero la escena se repite en decenas de centros escolares de Getafe todas las semanas. Chicos y chicas que suben y bajan, nervios y expectación, porque hoy toca excursión. Cada año entre 800 y 900 escolares visitan el Ayuntamiento de Getafe en una iniciativa que ha cumplido más de un cuarto de siglo. Getafe Capital acompaña a los alumnos de 1º D en esta visita.
Su tutora les da las últimas indicaciones antes de salir: “¡Nos portamos bien!”. Y entre risas y en fila, una profesora delante y otra detrás cerrando el grupo, emprenden el camino al Ayuntamiento. Allí les espera María Jesús Muñoz, coordinadora del programa que pretende “facilitar a la población escolar el conocimiento y contacto con la administración y los representantes más próximos al ciudadano”.
En la plaza frente al edificio consistorial, las primeras preguntas. “¿Alguien sabe cómo se llama esta plaza?”. Los centros preparan la visita previamente, con unas fichas que les entregan desde el Ayuntamiento, adaptadas a cada edad y con información básica sobre el escudo o los concejales. Tímidamente algún chico responde: “Plaza de la Constitución”. Y la responsable les explica la historia de un edificio que se inauguró en 1997 y algunos datos básicos, como que para los servicios municipales trabajan 1.600 trabajadores.
Ya dentro del edificio, se dividen en dos grupos que luego se intercambiarán. Unos averiguan qué es el padrón y van comprobando uno a uno que figuran entre los residentes del municipio, llevándose su hojita correspondiente. Allí comprueban la cantidad de nacionalidades presentes en el municipio, mientras, el resto conoce lo que es el Archivo Municipal y la vasta historia que se guarda entre sus documentos. Gloria Arias, la archivera, les presenta la historia del municipio: “El documento más antiguo es un pergamino de 1543. El archivo es la memoria del pueblo”. 35.000 cajas, 5 kilómetros de documentos. Todo lo que se refiere a la actos de los ciudadanos, tiene que conservarse. “Es el testimonio de la vida de los ciudadanos, sus derechos y su garantía”.
Antes se podía bajar a los sótanos del Ayuntamiento, donde se conservan gran parte de los documentos, pero una inundación el año pasado ha provocado que aún estén trabajando en la recuperación de originales y en acondicionar el espacio. Fotos antiguas o un trozo de metralla que se incrustó en un libro y que pasa entre las manos de los escolares con sorpresa; también un viejo tomo roído por las ratas.
Algunos de los chicos muestran curiosidad, otros se abstraen en las explicaciones. Y en medio de la exposición, una sorpresa: la alcaldesa se acerca a saludarles. Suele hacerlo al final de la visita, cuando se acercan al Salón de Plenos, pero en esta ocasión un compromiso se lo impide y no quiere dejar pasar la ocasión de que los chicos la interpelen. “¿Cuando sales a la calle, cómo sales?”, le preguntan. Sara Hernández les explica que no tiene escolta, que sale con su hijo con total tranquilidad. Le demandan poder ir a la piscina de San Isidro o que se erradiquen las peleas que hay entre chavales de institutos cercanos. “¿Te piden autógrafos?”, también preguntan. “En algún colegio, pero sobre todo fotos”, responde. “¿Y conoces a Pedro Sánchez?”. “Es mi jefe”, confiesa riendo la alcaldesa. “Le he visto varias veces. Y también al rey”. Murmullo entre los chavales.
Siguiente parada, el Salón de Plenos. Allí se sienten por una vez pequeños concejales, sentados en los puestos reservados a los ediles en el Pleno. Tras un momento habitual de revolución con los micros, Ángeles García, concejala de Educación, se presenta para responder a sus preguntas y para explicarles qué es lo que se debate en esa sala, la implicación que tiene en los asuntos que después afectan al municipio: desde colocar una farola hasta decidir las fiestas.
“¿Qué hay que estudiar para ser concejala de Educación?”, le preguntan. “Lo que quieras; nosotros somos cargos electos”, responde. Piden poner la feria más barata, o más alternativas de ocio. La edil les remite al Espacio Joven, donde se promueven centenares de actividades. Porque ese es otro de los objetivos que se promueven con esta visita, que los más jóvenes conozcan los recursos del Ayuntamiento, su labor, que sepan que pueden ser protagonistas también de lo que se hace, que tomen conciencia de sus responsabilidades, pero también de las vías de participación que se les abren.
Por eso también se promueven talleres en los colegios para conseguir una participación real, al hilo de la Comisión de Participación de la Infancia y la Adolescencia que también está constituida en el municipio. Las preguntas se extienden durante un rato. Desde pequeñas cosas como poner bancos en el instituto a pedir más días de fiesta. Pero se está haciendo tarde y hay que volver al centro. Con un pequeño regalo, una bolsa, unos rotuladores, un estuche, se emprende la última parada de la visita: la azotea del Ayuntamiento donde la vista es privilegiada.
Así finaliza una visita que se repite todas las semanas lectivas en el Consistorio y para la que hay más de 8 centros en lista de espera. “Queremos acercar la administración a la infancia y promocionar su derecho a ser escuchados, que participen de forma real”. Al final esto también fomenta un sentido de pertenencia a la ciudad, que es lo que se intenta inculcar. Una visita que ha ido evolucionando con los años, pero que se ha mantenido, salvo durante la pandemia, durante más de un cuarto de siglo.