GETAFE/Reportaje (30/06/2025) – El Ayuntamiento de Getafe ha iniciado el reparto de la tarjeta Ciudad Getafe y la renovación de mas de 2.200 contenedores como parte de un sistema pionero en España. Vinculada a cada vivienda, esta tarjeta permite registrar los hábitos de reciclaje y aplicar bonificaciones de hasta un 47,6% en la nueva tasa de residuos que comenzará a cobrarse en octubre. Y como extensión se suma la aplicación para móviles que personaliza esta tarjeta e irá sumando funcionalidades.
Getafe se sitúa a la vanguardia de la gestión sostenible de residuos con la implantación de un sistema inteligente que combina tecnología, incentivos fiscales y responsabilidad ciudadana. Desde principios de junio, el Ayuntamiento ha comenzado el reparto de la Tarjeta Ciudad Getafe, una herramienta personalizada asociada a cada domicilio, con la que los vecinos podrán obtener bonificaciones económicas por reciclar de forma adecuada.
Los primeros barrios en recibirla han sido Perales del Río, San Isidro, Buenavista y Alhóndiga. En las próximas semanas seguirán llegando al resto de barrios. Esta tarjeta, que llega por correo a cada vivienda principal inscrita en el catastro urbano del municipio, es el pilar sobre el que se sustenta el nuevo modelo municipal de residuos. A partir de 2026, las familias que reciclen correctamente durante 2025 podrán reducir hasta un 47,6% la tasa que grava la generación de basura.
Esta medida se suma a otras bonificaciones ya contempladas, como el 55% para familias en riesgo de exclusión o entre el 20% y el 40% para familias numerosas, lo que convierte al modelo de Getafe en uno de los más justos y progresivos del país.
Cada tarjeta está codificada con la referencia catastral del domicilio y solo se emite una por vivienda. Se entrega junto a una carta explicativa y un folleto que detalla tanto el funcionamiento del nuevo sistema como los criterios para beneficiarse de los descuentos fiscales. Además, puede ser utilizada en su versión física o digital, gracias a una aplicación gratuita disponible en las principales plataformas móviles.
La app permite que todos los miembros de una vivienda –aunque no sean titulares de la propiedad– puedan asociar su perfil personal a la tarjeta de la casa. Basta con escanear el código QR de la tarjeta y utilizar el teléfono móvil, que funciona como un lector gracias al sistema NFC. Esta versatilidad es especialmente útil en hogares con varios convivientes o en casos donde se desee consultar el historial de reciclaje y el nivel de cumplimiento de los objetivos para la bonificación.
El despliegue del nuevo sistema va acompañado de la sustitución de más de 2.200 contenedores, lo que supone una renovación completa del parque urbano de recogida. Se finalizaba el renting anterior, con lo que no supondrá ningún coste. Estos contenedores están equipados con sensores y lectores que registran el uso de la tarjeta. El sistema está adaptado a personas con movilidad reducida, con señales en braille y diseños accesibles para personas TEA o usuarios en silla de ruedas, lo que refuerza la vocación inclusiva del proyecto.
Además los contenedores se podrán recoger tanto a la izquierda como a la derecha en las calles. Los contenedores de papel (azul) y envases ligeros (amarillo) estarán abiertos, pero es necesario pasar la tarjeta o el móvil por el lector para que el uso quede registrado. El contenedor marrón (biorresiduos) permanecerá cerrado y solo se abrirá mediante la tarjeta, como ya ocurría en el anterior sistema. En cambio, el contenedor de residuos no reciclables (gris), el de vidrio y otros elementos como ropa o aceite usado no cuentan con lector ni están vinculados a la tarjeta.
Mientras que a partir de 2025 todos los ayuntamientos españoles deberán implantar una nueva tasa de residuos, Getafe se desmarca con un modelo basado en el comportamiento y las circunstancias particulares de cada hogar. La tarifa final dependerá del valor catastral de la vivienda, el número de personas empadronadas y los hábitos de reciclaje registrados. Esta personalización busca premiar la implicación ciudadana, a la vez que protege a los sectores más vulnerables. La recogida de datos durante 2025 (la fecha exacta en el que empiece el cómputo se avisará cuando se hayan repartido todas las tarjetas) se realizará de forma automatizada, teniendo en cuenta incluso los periodos vacacionales, para que no penalice a las familias por ausencias prolongadas.
Cada uso queda registrado con fecha y hora, y la app permite consultar en tiempo real cuántos depósitos lleva realizados una vivienda y cuánto le falta para alcanzar el umbral de bonificación. En caso de pérdida, error en el domicilio o falta de recepción de la tarjeta, los vecinos pueden dirigirse a los centros cívicos o al coworking de GISA, donde también se ha habilitado la recogida manual. A su vez, una campaña de informadores municipales recorre los barrios para resolver dudas, entregar tarjetas y explicar el funcionamiento a pie de calle.
La Tarjeta Ciudad Getafe tiene vocación de futuro. Además de servir como herramienta para el reciclaje, está diseñada para albergar otros usos como bonificaciones sociales, acceso a ayudas públicas, o incluso servicios deportivos y culturales. De hecho, en el perfil de la app se activan automáticamente las opciones disponibles para cada ciudadano, como ocurre con el Cheque Joven, accesible para los jóvenes de 18 años.
Los comercios adheridos también podrán validar estas ayudas mediante una app específica que funcionará como datáfono. Este desarrollo, financiado parcialmente con fondos europeos, representa una apuesta decidida del Ayuntamiento por la digitalización y la sostenibilidad. Actualmente, Getafe recicla el 31% de sus residuos, pero se ha marcado como objetivo alcanzar el 84% en los próximos años, lo que permitiría no solo reducir el impacto ambiental, sino mantener una de las tasas más bajas del país: 49 euros por habitante, muy por debajo de ciudades como Madrid (91), Bilbao (106) o Barcelona (256).
En definitiva, la Tarjeta Ciudad Getafe no solo abre contenedores, sino también una nueva etapa en la gestión inteligente, equitativa y ecológica de los residuos urbanos. Una herramienta que, más allá del plástico o la app, simboliza el compromiso colectivo con un futuro más limpio y justo.