Juan de la Cierva, marcado por el ácido

Los comerciantes de Juan de la Cierva denuncian marcas sospechosamente «oportunas» en el barrio

• Tras las agresiones reciben visitas de cristaleros o comerciales que presupuestan los daños • Reclaman ayuda de LYMA, que solo retira gratuitamente las marcas de pintura

Blanquecina, rugosa y abrasiva es el rastro de una nueva modalidad –vandálica– de graffiti, conocida popularmente como ácido. Cerca de una docena de comerciantes del barrio Juan de Cierva lo conocen bien: en cuestión de semanas sus escaparates han sido atacados sistemáticamente con este líquido, que carcome el cristal y hace imposible una reparación que no baje de los 200 euros por metro cuadrado. Algo que en tiempos de crisis, muchos no están dispuestos a asumir.

“¿Para qué lo voy a reparar si al día siguiente me van a hacer más pintadas y voy a estar igual?”, es la frase en común de todos los comerciantes consultados, cuyos negocios se ubican en las inmediaciones de la avenida de Aragón.

Uno de los últimos perjudicados ha sido Enrique Lobato, quien hace escasos 6 meses abrió su carnicería La Manada en la calle Badajoz. “Quise apostar por el barrio, y poner mi negocio bonito, para diferenciarlo. A los tres días de abrir, me sorprendieron 3 pintadas en la cristalera”, explica molesto. Enrique ha sido uno de los últimos comerciantes en instalarse en Juan de la Cierva y se muestra muy sorprendido por este tipo de actos, “este cristal, por ejemplo, al tratarse de una tienda de venta de alimentos requiere un grosor determinado y que sea antirrotura. No puedo cambiarlo porque ha sido un desembolso muy grande de dinero”, añade, “es una pena. Está el barrio lleno”.

Preocupados, los comerciantes explican a GETAFE CAPITAL que lo que más les desconcierta es que tras sufrir las dañinas pintadas todos han recibido ofertas, bien de empresas o bien de particulares, que les ofrecen a los pocos días un presupuesto para la reparación, lo que les da a muchos que pensar “si se tratará de grupos organizados de grafiteros y pulidores de cristales”. Si bien es cierto que no todas las marcas se han efectuado en el mismo tiempo (las más antiguas tienen ahora 4 años) lo cierto es que han percibido cómo estas “se realizan cada 2 o 3 meses y tienen incluso firmas distintas, por lo que sospechamos que son grupos distintos”, indican. Algunos, incluso, sin mostrarse frente a la cámara y sin desvelar su nombre conocen de quién se trata, aunque dicen desconocer el motivo real que les lleva a dañar los cristales.

Al pasear por el barrio se puede contemplar la arbitrariedad de las marcas (no todos los comercios están marcados), y sin embargo, grandes cadenas no se salvan de las corrosivas acciones (AhorraMás, La Caixa), tampoco las oficinas del laboratorio municipal o marquesinas de autobuses. “A los grandes comercios es más un acto de gamberrismo que otra cosa”, apunta Lobato, “pero a los pequeños comercios nos hacen polvo, más en época de crisis”.

Sin respuesta de LYMA
La complicación de estas pintadas está en la fórmula que emplean los vándalos, que corroe los cristales, obligando bien a pulir la superficie y colocar una lámina transparente para evitar el daño de posibles pintadas en el futuro o bien cambiar directamente la cristalera por una nueva. “LYMA retira gratuitamente las pintadas de pintura, pero la retirada de este tipo de marcas tiene un coste para los negocios. Yo pedí presupuesto hace meses y aún sigo esperando respuesta”, cuenta Enrique Lobato. Otros de los empresarios han recurrido a sus seguros ante los incidentes, pero estos les han comunicado que no les cubre este tipo de pintadas. Tal es el caso de la popular cervecería Diana, “para quitar las pintadas habría que romper el cristal”, cuenta Nemesio Castaño, “podríamos dar parte al seguro, pero no somos así”. El local sí cambió hace meses una de sus cristaleras, que sí tenía una marca de ácido, “nos la rompieron durante las fiestas patronales”, explica el dueño.

Peluquería Marce · Marcelino Rodríguez
“Mis pintadas tienen 3 o 4 años ya. Un chico rumano o búlgaro me ofreció quitarlas por 100 euros, pero no quiero porque a los dos días va a estar igual”

Calzados Yimmi´s · Rosa Jiménez
“Las pintadas perjudican mucho porque lo mío es un escaparate. Podían hacer otra cosa de provecho en vez de esto”

Carnicería La Manada · Mar Vázquez
“No hay trabajo y la gente está tirando de picardía”
“Hay que cuidar el pequeño comercio, que le da valor y belleza al barrio”

Multikosas · Mario Tejeda
“Tengo cristal antigraffitis solo en uno de los escaparates”
“Hay poca policía, las cosas están como están”

Farmacia · Rosa Durán
“Es mucha casualidad que se ofrezcan para lo mismo distintas empresas por carta, por teléfono o de forma presencial”

Tienda de ropa y complementos Karisma ·Pilar Duro
“Pienso si estarán compinchados unos y otros”
“Hace poco también pintaron la clínica dental –está enfrente– creo que lo hicieron en la misma noche”

Miriam Errejón - Periodista Grupo Capital