Volviendo a la Inquisición

La libertad de expresión es hoy un bien escaso, pudoroso, que se esconde detrás de las faldas de una justicia mal entendida. Hay derecho al honor, a no ser injuriado, pero también existe el derecho a hablar en público, a exponer en un contexto jocoso la rabia acumulada a lo largo de un año en que la voz la tienen otros y también la capacidad de que se les escuche.

Algunas élites católicas de hoy en día tienen muy poca cintura política. Juzgan bajo sus propios valores al resto de ciudadanos sobre los que quieren influir en su vida diaria, pero no son capaces de asumir la crítica cuando les apunta a ellos. Son jueces pero no son juzgados. Ahora piden la cabeza de un concejal porque no desautorizó un manifiesto leído en plena fiesta carnavalera. Desproporción y censura. Valores de la Inquisición.

Redacción Getafe Capital