Corrugados: una fundición entre viviendas

GETAFE/Reportaje (03/06/2021) – Ruidos infernales a altas horas de la madrugada, humos de colores frente a sus viviendas, partículas metálicas en sus terraza… los vecinos están hastiados y a la par preocupados por su salud. ¿El origen? Una fundición que lleva casi seis décadas en el municipio: Corrugados Getafe. La convivencia es difícil, pero quizá no sea imposible: siempre que se cumpla la normativa a rajatabla, la tan mencionada Autorización Ambiental Integrada. Ayuntamiento de Getafe y Comunidad ya trabajan en la revisión de los parámetros de emisiones, inmisiones, olores y ruidos.

El problema con Corrugados tiene muchas aristas y afectados: los vecinos que conviven con la fundición a escasos metros de sus viviendas; el centenar de trabajadores que defienden sus empleos; las administraciones implicadas, Ayuntamiento y Comunidad, esta última responsable de la Autorización Ambiental Integrada (AAI) que permite mantener la actividad; el medioambiente y la posibilidad de que se estén emitiendo partículas
contaminantes… No hay una solución que satisfaga a todos, pero aún se aboga por la posibilidad de que se pueda convivir. “Eso sí, con un cumplimiento exquisito de la AAI”, defiende Ángel Muñoz, concejal de Sostenibilidad del Ayuntamiento de Getafe. El crecimiento de Getafe en las últimas seis décadas ha multiplicado casi por diez su población y ha llevado los nuevos desarrollos a las inmediaciones de la fábrica, situada en el polígono industrial de Los Ángeles. Las viviendas de barrios como Los Molinos, Juan de la Cierva y Getafe Norte, ahora están mucho más cerca de la fundición y las molestias son constantes. “Entendemos y apoyamos todas las reivindicaciones vecinales. Vamos a estar siempre a su lado para que se cumpla estrictamente la Autorización Ambiental Integrada”, certifica Muñoz. Con ellos estuvo en la concentración convocada frente a la fábrica de Corrugados.

AAI

¿Pero qué es la Autorización Ambiental Integrada? Es el permiso “que la Comunidad de Madrid le concede a la empresa para que esta pueda funcionar. En ella se establecen indicadores técnicos con valores límites de emisión que puede emanar esta empresa. Todo ello encaminado a minimizar estas emisiones a la atmósfera”, explica el edil. El problema es su cumplimiento. “Durante todos estos años hemos incidido mucho en la Comunidad de Madrid y la hemos presionado para que el control y la vigilancia de la AAI aumente”. Tras años des entendiéndose del problema, y de la presión vecinal y municipal, ahora el Gobierno regional se abre a trabajar “en unos nuevos parámetros para controlar emisiones, inmisiones, olores y ruido. He mantenido la primera reunión el 20 de mayo y ahora el 4 de junio vamos a tener la segunda para ya comenzar los trabajos administrativos y definir lo que vamos a realizar”. El objetivo municipal es endurecer esos parámetros. El contacto municipal con la nueva
dirección de la compañía, Cristian Lay, es constante. “Le traslado la preocupación de este Gobierno municipal y de los vecinos y vecinas; y le pido explicaciones cuando soy conocedor de los incidentes que se han sucedido”. Traslada esa información a la Comunidad de Madrid “para que actúe con las medidas correctoras que crea conveniente y nos informe de lo que podemos hacer nosotros”. Y también habla con fluidez con los vecinos, constituidos en la Plataforma de Afectados por Corrugados. La acumulación de incidentes (incendios, explosiones, ruidos y humos…) en las últimas fechas ha provocado que el concejal haya remitido una carta a la empresa “exigiéndoles el cumplimiento exquisito de la Autorización Ambiental Integrada y además pidiéndoles que pusiesen fin a todos los excesos que los vecinos nos van denunciando”.

El futuro

Desde el Ayuntamiento de Getafe se busca una convivencia razonable. “Este Gobierno municipal no tiene como objetivo cerrar la empresa sino simplemente que se cumpla la AAI. Respetamos a los trabajadores y queremos que sigan teniendo su puesto laboral: creemos que se puede convivir y a la vez mejorar la calidad del aire de Getafe”. En los trabajos inmediatos se acometerá la valoración de emisiones, inmisiones, ruido y olores. “Lo único que está fuera de la AAI es el olor pero que se va a estudiar”. Hay que valorar los efluvios que proceden de Corrugados y aquellos que lo son de otras industrias, como una química que hay en Villaverde o el vertedero que está relativamente cerca. “El acero corrugado viene de chatarra: es una mezcla de muchos materiales y lo que tienen que hacer es mejorar su proceso de clasificación para que entre lo más limpio posible. Eso puede producir menos explosiones, menos ruido y menos olores”, sugiere.

Campaña municipal de control de ruido

Uno de los problemas a los que se enfrentan los vecinos es el ruido. “En el 2016 la Comunidad de Madrid hizo un control donde detectó que efectivamente la autorización en tema de ruido no se estaba cumpliendo. Obligó a Corrugados a hacer un plan de minimización de ruido para poder ajustarse”. Tenía que haber terminado en 2020, pero la Comunidad lo ha prorrogado hasta junio. “Hemos sacado el compromiso del Gobierno regional, después de mucho trabajo y de mucha presión, para que el 30 de junio de este año termine el plan de minimización de ruido”. El Ayuntamiento, dentro de las pocas competencias que tiene en este conflicto, ha iniciado una campaña de “de medición de ruido en viviendas en los barrios colindantes”. Solo tiene competencias en lo que a ruidos en zona residencial se refiere. Si los valores se superan “emprenderemos los expedientes sancionadores correspondientes”

El infierno de convivir con una fundición

Los vecinos de Los Molinos, pero también los de Juan de la Cierva y de Getafe Norte, han llegado al límite de su paciencia. Decidieron agruparse en la Plataforma de Afectados por Corrugados, “porque veíamos que las administraciones hacían caso omiso de la problemática de los vecinos. Esto no podía seguir así”. Los fines de semana y las noches se convierten en un infierno constante de ruidos y olores, máxime ahora que comienza el buen tiempo y las ventanas se abren. “Este último año la cosa ha ido a peor porque hemos tenido explosiones; hemos tenido incendios; hemos tenido emisiones de humos de varios colores, olores inaguantables con los que no se podía ni salir al parque con los niños”. Miguel Martín es uno de los portavoces de la plataforma, que ha movilizado a los vecinos para pelear contra esta industria: “La tercera más contaminante de la Comunidad”, asegura. En su haber, denuncias y quejas ante todas las administraciones competentes. “Las emisiones difusas, los humos de colores y los olores… está demostrado que la Autorización Ambiental Integrada se incumple”. Y sus efectos trascienden los barrios colindantes. También puede afectar a “Getafe y a toda la Comunidad de Madrid porque no nos olvidemos que estas emisiones son contaminaciones que van al medio ambiente y que nos tragamos todos”. Reclaman endurecer la autorización que se renovó en 2017 con el compromiso de la empresa de acometer obras para minimizar el ruido, y que a día de hoy no se han realizado. “Tenían que haber estado en 2020, pero han pedido prórrogas y la Comunidad de Madrid se las ha concedido. No entendemos cómo las administraciones se posicionan a favor del infractor”. Los problemas además se concentran en las noches y los fines de semana, cuando la fundición trabaja a pleno rendimiento. “No nos olvidemos que esta empresa cuenta con subvenciones”, relacionadas con el horario de su actividad.

“Corrugados nos ahoga”

La paciencia ha llegado al límite, y han iniciado movilizaciones, la primera de ellas una concentración en la que participaron varios centenares de personas bajo un lema claro: “Corrugados nos ahoga”. Con cacerolas se reunieron frente a la fundición para reclamar “inspecciones mucho más exhaustivas. No cumplen: a la vista está en materia de ruidos y en materia de olores y también de emisiones con partículas metálicas, dioxinas, etcétera. Lo que estamos respirando no es bueno para la salud. Vamos a ver si de una vez por todas se ponen a trabajar y se acaba este problema de una vez”. Recibe con satisfacción la noticia de que van a comenzar los trabajos entre Comunidad y Ayuntamiento para verificar los incumplimientos . Y es optimista: “Efectivamente se puede convivir: si se cumple a rajatabla y se endurece la AAI. Las administraciones tienen que hacer de árbitro y poner los medios necesarios. Si no garantiza la salud y un medioambiente adecuado tanto para los vecinos como para la Comunidad de Madrid tendrá que trasladarse a un sitio donde tenga unas instalaciones adecuadas a la normativa”, sentencia.

Una historia de seis décadas y un traslado imposible

En el Getafe de los años 60, apenas una incipiente ciudad de poco más de 20.000 habitantes, decidió instalarse una fundición, Corrugados, que muy pronto adquirió el Grupo Alfonso Gallardo. Ellos han sido los propietarios de esta industria hasta hace apenas unos años: primero el grupo de capital riesgo KKR se hizo con el control de las empresas del Grupo Gallardo, y luego fue el grupo industrial Cristian Lay el que llegó a un acuerdo para comprar la empresa, hace apenas un año. La empresa extremeña ha diversificado su negocio desde la bisutería a la energía y los productos químicos. Es el mayor conglomerado extremeño.

Corrugados Getafe está especializada en la fabricación de barras corrugadas, una clase de acero laminado diseñado especialmente para construir elementos estructurales de hormigón armado. La fábrica, que está ubicada en la calle Carpinteros del Polígono Industrial de los Ángeles, cuenta con acería y trenes de laminación y abastece fundamentalmente al sector de la construcción. En la sede de Getafe trabajan más de un centenar de personas.

Un traslado inviable

En 2006 el Ayuntamiento de Getafe y la antigua propietaria de Corrugados, el grupo Alfonso Gallardo, firmaron un protocolo por el que la fábrica se comprometía a trasladarse al polígono de La Carpetania. Pero llegó la crisis y el convenio se guardó en un cajón. Desde entonces han pasado 15 años y retomar esa pretensión, según asegura el concejal de Sostenibilidad “es inviable. Ninguna de las zonas de Getafe cumple con las condiciones necesarias para poder acoger esta actividad. Tendría que pasar porque la empresa decida construir una nueva planta cambiando las condiciones y cumpliendo con una legislación vigente diferente a la de hace más de 50 años”.

¿Y por qué sí puede continuar la actividad en la planta actual? “Tenemos que diferenciar la renovación de la licencia de actividad de más de 50 años con la adjudicación de una nueva licencia. Son dos cosas diferentes”. Y sentencia: “El Ayuntamiento de Getafe no puede obligar a Corrugados a ese traslado. Y es una decisión empresarial el construir una planta en otro lugar diferente, pero con unas condiciones diferentes. Y ningún lugar de Getafe reúne las condiciones”.

Raquel González - Directora Getafe Capital